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¿Cómo les diría a mis padres que ya no tenía trabajo? Estoy segura que mamá me brindará alguna que otra palabra reconfortante mientras que papá me aclarará que él no podría pagar el material de mi Universidad.

Dejé caer mi cuerpo en la banca del parque que queda cerca de la parada del autobús, observando el cheque con el dinero de mi liquidación. Suspiro al no querer soltar las lágrimas y mirarme más que patética.

Saqué mi teléfono y marqué rápido el celular de Linmei, esperando escuchar algo que me fuera de ayuda por su boca. Al cuarto tono pude escuchar a la chica, el estado en el que contestó me hizo arrugar mi entrecejo.

— Riry, te juro que te amo pero no puedo hablar en este momento... — su respiración acelerada me desconcierto, hasta que alcancé a escuchar el característico choque de pieles junto a un gemido agudo de mi amiga. — Perdón, Saeory~...

Colgué antes de escuchar otra cosa, enojándome completamente con Linmei al descubrir su mentira.
Aunque no sé cómo le creí en el momento, su padre nunca la ha castigado, ni siquiera cuando le confirmó haber ido a las carreras ilegales que se hacían a fin de mes.

— ¿No te da miedo estar a estas horas en la calle? — el chico pelinegro se posó delante de mí, enseñando la hora en la pantalla de su celular.

— Cuando estaba viva sí— su característica risa se adentró a mi aparato auditivo, eso logró hacerme sentir un poco mejor.

— Si no te conociera si te lo hubiera creído. — su cuerpo se acomodó a mi lado, pasando su brazo por el respaldo de la banca y haciendo que yo dejará de recargar mi espalda en esta. — Te dije que esperaría por ti, ¿Por qué huiste?

— Si tus acciones fueran completamente ingenuas y no para tu benéfico, tal vez te hiciera caso. — su nariz se arrugó, inconforme con mi respuesta.

— ¡Vamos! No es tan difícil decir que sí. — negué, tomando de nuevo mi teléfono y marcando el teléfono de Gongdae, mi hermano.

Mientras esperaba que Gong contestara, Jungwoo sacaba sus cigarrillos y me ofrecía uno, negué y él se lo llevó a la boca, cubriendo con sus manos para poder prenderlo.

— Saeory, estoy ocupado— ¿Ahora es noche de que todos tengan sexo, o qué? El chico se notaba claramente agitado y asqueada seguí con la conversación.

— Deja la puerta abierta, llegaré un poco más tarde. Estaré con Linmei.

— ¿Estás segura que irás con Mei? — su respiración se controló un poco, pero la risa femenina de fondo no se me hizo parecida a la de Sookyung. — Bien, yo te cubro. Adiós hermanita.

— No olvides cuidar... te— Gongdae ya había colgado, y el pelinegro a mi lado ya había acabado su cigarrillo.

— ¿Irás con Linmei? — preguntó curioso, obteniendo una respuesta negativa antes de levantarme y empezar a caminar al pequeño bar donde solía emborracharme con Chanhee y Yeeun antes de que ellos y MeiLin tuvieran una disputa. — entonces, ¿A dónde vamos?

— A olvidar por un momento que ya soy adulta.

(🚬)

No sé en qué momento pensé que sería gran idea el emborracharse, después del quinto trago ya sentía que daba vueltas y no podía quedarme parada sin evitar moverme.

Jungwoo no había tomado más que dos tragos, y se reía de cada tontería que salía de mi boca, me gusta su risa y puedo asegurar que estoy enamorada de su sonrisa.

— Tengo sueño, Woo ¿Podemos irnos ya? — el pelinegro asintió mientras me miraba pagar el alcohol, él ya había pagado el suyo.

— Eres más agradable en este estado, deberíamos salir más seguido. — dijo, pasando uno de sus brazos en mi cintura para después encaminarnos hacía la salida.

— No lo creo, a Mei no le gustará eso.

— Podríamos invitarla, así no habría problema. — rodé los ojos, dejando de caminar apoyada a él.

— Si, como sea.

Jungwoo rió, acercándose y pasando su brazo por mi cintura, cuidando de que no cayera al suelo y me lastimara ya que trastabillo en cada paso.

Según el reloj de mi celular pasaba de las dos de la mañana, el frío de la madrugada no se podía colar en mi cuerpo puesto que la sudadera de Gongdae me ayudaba a no sufrirlo. Por otro lado, Jungwoo sólo usaba una manga larga azul marino y al estar tan cerca podía notar como temblaba.

— ¿Tienes frío? — pregunté, sentándome con su ayuda en un masetero del parque donde el chico había dejado su auto.

Jungwoo no contestó, sólo se sentó a mi lado sacando de nuevo la cajetilla de cigarros. Él flequillo de su cabello negro caía por su frente, tenía su rostro de perfil delante de mí y es una de las cosas más fascinantes que me han pasado en la vida, sin duda.

El chico llevó el cigarrillo a sus labios, rodeándolos con estos. Kim luce malditamente sexy con él en sus bonitos labios.

Cuando bajó su mano y soltó el humo, yo llevé la mía hasta el pequeño objeto que tomaba, pedí permiso con la mirada e increíblemente entendió, aceptando que lo tomara.

Se podría decir que tuve un beso indirecto con él, pero deseaba que fuera más que eso.

Jungwoo se quedó estático al sentir mis brazos enredados en su estómago, la posición podría llegar a ser incómoda pero pude llegar a una posición donde él se sentía más relajado bajo mi tacto, y aunque el temblor de Woo no se detuvo por completo este disminuyó y, después de unos minutos sus brazos se ajustaron en mi espalda, pegándome un poco más a él.

— Vamos, debes de llegar a casa— Jungwoo se levantó, brindando su mano para empezar de nuevo nuestro camino.

Y aunque no quisiera irme aún, tomé su mano y me apoye en él para llegar hasta su auto. De ahí solo recuerdo haberme quedado dormida con Lana del Rey y Cigarettes After Sex de fondo.



( 🌄)



— Unnie, ¿Le preparo un café? — La voz de Sookyung me sacó de mi crisis existencial, asentí en respuesta. — ¿Quién era el muchacho que la trajo anoche?

— Un conocido, no te emociones. — ajusté más la manta a mi alrededor, mirando como la castaña ponía el café en dos tazas, una blanca y otra azul cielo con manchas de colores. — ¿Te la pasaste bien anoche? — pregunté subiendo y bajando las cejas, obtuve un mirada confundida por parte de mi cuñada.

— Si te refieres a que Sunwoo no lloró en toda la noche entonces te diré que sí. — soltó un suspiro antes de pasarme la taza. — Ayer Gongdae se fue desde las diez, dijo que tendría un encuentro con sus amigos de la preparatoria — Me quedé callada, recordando la conversación con mi hermano la noche anterior. — Odio admitirlo pero me da envidia. Él aún puede salir a divertirse mientras que yo me tengo que quedar a cuidar a Woo.

— Ahora que no tengo empleo, puedes salir con tus amigas y yo me quedar con Sun, ¿Te parece bien? — dije tomando una de sus manos y apretando un poco, ella me sonrió con tristeza.

— ¿Cuáles amigas, Unnie? Todas se esfumaron cuando se enteraron de mi embarazo — sus ojitos se pusieron llorosos, me levanté de mi lugar y soportando los estragos de la resaca llegué a su lado para abrazarla.

— Bien, el fin de semana saldremos tú y yo de fiesta, también me encargaré de encontrar quien cuide de Sunwoo. Yo siempre seré tu amiga, Soo. — me sentía una maldita hipócrita diciéndole aquello, pero primero hablaría con el idiota de mi hermano. — Debo ir a buscar otro trabajo, deséame suerte, bonita.

— ¡Unnie! ¡Fighting!—.









¡Espero que disfruten del segundo capítulo!  
No se si estaré muy activa está semana puesto que estoy a punto de empezar con las clases de nuevo así que trataré de actualizar las historias lo más seguido.
Cuídate y mantente sano, ¡Nos leemos pronto!


Sinner ★ Kim Jungwoo Where stories live. Discover now