Capítulo 22

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Era martes, William tenía una reunión para hablar con sus socios entre ellos estaba Rafael.

Este (Rafael) buscaba con anhelo pero discretamente a Nerea, quería hablar con ella, necesitaba probar sus dulces labios como la miel.

Pasaban cuartos y cuartos de hora, mas Rafael no conseguía divisarla.

Hicieron una pausa en medio de la reunión y con la excusa de que tenía que ir al baño, fue en busca de su amada.

Subió las escaleras silenciosamente y guiado por un sexto sentido llegó y tocó una puerta. No había nadie, tocó la siguiente pero no había nadie.

Dándose por vencido se dirigió a bajar los peldaños de la escalera, sin embargo escuchó un ruido y entró en una alcoba.

Allí estaba ella.

****

Nerea se encontraba leyendo hasta que percibió la brusca entrada de un individuo en su habitación.

Levantó la vista y se quedó helada.

Tenía delante de sus ojos al amor de su vida. Este le sonrió y acto seguido se mordió el labio.

Cada movimiento que hacía con sus labios, incitaba a Nerea a arrojarse encima de él y besarlo desenfrenadamente.

Nerea rompió el silencio:

-Hola.

-Hola, te estaba buscando---le informó él---.

-¿En serio?---preguntó ella sorprendida---.

-Claro.

-Y....¿a qué se debe que queráis verme?

-Pues, no sé si se acordará, pero hace unos días estuvimos en el bar y más tarde nos besamos. Luego le hice una pregunta, cuándo nos volveríamos a ver.

Usted no me respondió.

-Ahhh.....ya entiendo.

-¿Entonces cuándo nos veremos?

-Rafael---emitió un largo suspiro---. Creo que lo mejor es que, no nos veamos más.

-¡Qué!---exclamó él---¿Por qué?

-Rafael, sencillamente lo nuestro no puede ser---dijo ella intentando contener su ira por no tener junto a ella a su amor, la ira amenazaba con salir mediante lágrimas---.

-¡Nerea, mírame!---le pidió---.

Ella se dio la vuelta a regañadientes, sabía que si miraba aquellos ojos oscuros estaría perdida.

No existiría ningún argumento capaz de ganar a aquellas imponentes esferas que provocaban un efecto poderoso en ella.

-Nerea---la llamó---. Antes de besarnos, me dijiste:

"¿Qué quieres que te diga? ¿Qué quieres que te diga?

¿Qué te amo?

¿Qué no soporto la idea que otras se te acerquen?

¿Qué me muero por vivir cada segundo de mi vida contigo? ¿Qué? ¿Quieres que te diga eso?"

Rafael prosiguió hablando

-Momentos antes que me dijeras eso, yo te había dicho:

¡Por Dios Nerea, dime algo!

Ahora lo que te pido, es saber si sientes lo que me dijiste por mí.

Ella no contestó, simplemente dejó libre todo lo que sentía y empezó a llorar sin consuelo.

Nerea estaba harta de fingir, de dominar sus sentimientos, de aguantar, de todo.

-¡Ey mi amor, aquí me tienes, no te dejaré!---le prometió Rafael---.

Esas pocas palabras bastaron para sacarle una pequeña sonrisa a Nerea entre tanta lágrimas.

-Rafael---le llamó ella---.

-Sí---le contestó este---.

-Te amo---le dijo ella---.

-¿Entonces estaremos juntos?

-Rafael, yo...........

Fin del capítulo. Espero que les haya gustado.

Comenten/voten que no saben como me pongo cuando lo hacen.

Besos Sara=)

Como los trenes ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora