¡No Soy Gordito! ɴᴀᴍᴊɪɴ

Capitulo Quince

<<Oh... No saben con quien mierda se estan metiendo>> penso NamJoon molestó.

Aquellos que se reían ahora, los haría pagar hasta el más mínimo daño que le hicieron a SeokJin, a pesar de que su Alfa estuviera listo para romper el cuello de todos allí, no lo hizo. Solo alguien podía encargarse.

"-Namjoonie, toda las cosas malas que sucedan, debes decirme. Papá siempre acaba con los enemigos, cielo..."

Su padre. Kim HyunJin era el único hombre en desvanecer rápidamente los problemas. Aquel enorme caos desde su inicio, esos estúpidos
ineptos que se burlaban ahora, más tardar estarían pidiendo perdón de
rodillas.

NamJoon lo apostaba.

Salió de allí, ignorando todo a su alrededor y marcar el número de su padre, olfateo el dulce aroma de su bonito amor, guiándose por ella y notando... un sabor amargo.

Tantas emociones negativas.

NamJoon adelanto sus pasos, buscando a SeokJin con desesperó, no estaría tranquilo hasta tenerlo en sus brazos.

-—¿Cachorro?—

-—Lastimaron a mi Omega-—fue lo primero que dijo cuando su padre contestó la llamada. Pudo escuchar un gruñido en la otra línea, uno realmente molesto. NamJoon apretó los puños, subiendo con rapidez a las escaleras, sus ojos volviéndose aquel amarillo con ese color naranja, furioso-Quiero que todos paguen el daño que le han hecho.

-

—- Encárgate de SeokJin-ordenó-Me hago cargo del restó.—

Cortando la llamada. NamJoon se detuvo al estar en unas grandes puertas del teatro abandonado, nadie entraba allí y sintió las orejitas de su Alfa caídas, escuchando un sollozo provenir del interior. SeokJin estaba allí.

Inspiró hondo, empujando las puertas y miró alrededor, todo estaba envuelto en sábanas viejas llenas de polvo y sillas acumuladas, otras rotas... Daba un poco de escalofríos. Sé encaminó hasta el escenario, donde detrás de aquel telón podía escucharse vocecita de SeokJin, tan destrozada.

Mientras SeokJin acurrucado en el suelo, sollozo para seguidamente, cubrirse la boca al escuchar unas pisadas cerca de él. Pensó que quizá era alguien para burlarse, pero su Omega olfateo.
-—¿Omega?—

Era NamJoon.

SeokJin trago, viéndose envuelto en unos brazos de manera posesiva, estremeciéndolo de cuerpo completo y unos besitos en toda sus mejillas, dejándolo atónito.

-— Omega, mi Omega... —-repitió NamJoon, dejando al pelinegro en
su regazo y ocultarse en ese lechoso cuello, dejando un rastro de besos y sentir el cuerpo del menor, temblar—-Alfa esta aquí, Omega. Bebé... Mi bebé.—

—¡Namjo...

SeokJin abrió sus ojos, quedándose nuevamente en shock. Siento aquellos labios besar los suyos con fuerza, queriendo marcar un ritmo y él quedándose inmóvil, empuñando el uniforme del Capitán del fútbol... se dejó llevar.

Dejando que NamJoon lo bese a su manera.

El beso tornándose más lento, un ritmo bastante suave hasta que ambos se quedaron más juntos, dejándose llevar por la unión de sus bocas, queriendo profundizar sus labios de forma más... Intensa, más íntima.

NamJoon mantenía sus manos aferradas en la cintura del pelinegro, bajándolo lentamente hasta tenerlas encima de ese formado traserito. Tensando a SeokJin y escucharlo jadear, apartándose.

—Uhm, ¿SeokJin?—

—¿Por qué me tomas el, e-el tra-trasero?—-ruborizado, SeokJin preguntó. Esquivando sus avergonzados ojitos de aquella mirada...— S-se siente raro.—

—¿Raro? ¿Cómo?—divertido, NamJoon apretó aquellas nalgas y chocar ambos cuerpos, hasta tener centímetros de sus bocas rojizas. Alzó una ceja y mostrar una sonrisa —¿Así...? ¿Sientes algo?—

—¡Kim, no!—chilló, alejando aquellas manos de su culito, golpeó el pecho del moreno al escucharlo reír-¡Eres un pervertido!

NamJoon riéndose, oculto nuevamente el rostro en el cuello blanquecino del pelinegro e inspirar su aroma, mordiendo de manera juguetona esa blanca piel, escuchando un insulto del menor.

—¡N-no muerdas, tonto!—

NamJoon jadeo a la punzada en su nariz, estando metido en su ira, el dolor había desvanecido, pero ahora eran como miles de cuchillas y dolía,

joder que dolía como infiernos. Él jamás era de tener alguna herida en su cuerpo, se sentía como una primera vez...

—¿T-te duele mucho? - NamJoon dejó que SeokJin lo sostuviera de sus mejillas, mirándolo con ojitos de cachorro y asentir como un bebé, preocupando al Omega-Iremos a la enfermería ahora.

-No, no, no... Por favor, estoy aquí contigo. Los dos, un rato más, porfavor.

—Te dolerá, además...-

-— Amor, bebé... Quedémonos un ratito más, ¿Mh?—rogó, envolviendo esa cintura, sin daber que SeokJin quedó atónito- Mi Omega, quédate con tu Alfa, es lo único que quiero ahora.

SeokJin intento abrir la boca, sin embargo, no salía nada y parecía como si las palabras hubieran sido atoradas en su garganta. NamJoon lo estaba llamando "Amor" debía ser alguna clase de broma, era una palabra sagrada y como su papá MinHo decía "No cualquiera lo dice de manera más sincera, cachorro"

—Dilo de nuevo, Nam —no podía creer que estaba ilusionandose de manera tan grande, miró el rostro del moreno. NamJoon podía enamorar a cualquiera y SeokJin no sería la excepción-—Dilo.—

-—¿Qué cosa, amorcito? ¿Aún dudas de estoy mintiendo?—

SeokJin simplemente asintió, la inseguridad notándose en sus bonitas facciones. NamJoon suspiró, besando la frente del pelinegro. Podía entenderlo, vivió casi una vida completa con críticas y burlas... Lo sabía perfectamente.

_Quiero aclarar algunas cosas, SeokJin. Lo de HaaSo y la cita -—vio como a poco a poco, esos ojitos volvían a perder un brillo y resaltar unas lágrimas. NamJoon, lo acarició-—Sí, salí con ella, pero le dije que tantas cosas que no son necesarias decirlas, una es importante... Mis sentimientos solo están para una persona, bebé.

—N-Nam...

-—Te amo, SeokJin. Estoy... Tan enamorado de ti y no te das cuenta de lo loco que me traes. Soy como un niño cuando te veo y mi corazón parece tener escrito tu nombre, de solo verte... Quiero llenarte de besos hasta cansarme, mimarte cada segundo... Tenerte solo conmigo, mi Omega.—

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