𝖂𝖆𝖗 𝖔𝖋 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙𝖘 『II』☾⃟ N. Mikaelson [ᴇsᴘᴀɴ̃ᴏʟ ]

Fifty Five

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Wᴀʀ ᴏғ Hᴇᴀʀᴛs

[𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝙵𝚒𝚏𝚝𝚢 𝙵ive - 𝕱𝖆𝖓𝖌 ]

"you shouldn't be wild inside if 
you're a beast in the headlights"

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Había pasado una semana desde la boda, y en esa semana Thea y Klaus habían decidido no molestarse con ninguno de los peligros que había en su puerta. Los recién casados habían pasado los primeros días después de su boda en París, recordando su primer viaje a la ciudad mientras Carol cuidaba a los gemelos. Después de unos días maravillosos, la realidad había enviado su llamada y las almas gemelas habían regresado a Nueva Orleans preparados para enfrentar el peligro que se avecinaba.

Por eso Thea estaba en la catedral de San Luis con Freya mientras Klaus estaba seduciendo a su ex para que revelara sus planes. Thea confiaba completamente en su marido, sabiendo que él nunca haría nada para traicionarla; por lo que sólo una pequeña parte de ella estaba preocupada por el hecho de que él pasara el día con su ex. Después de todo, ella sabía que Klaus no haría nada, pero no podía decir lo mismo de Aurora.

En la catedral de San Luis, Freya estaba en medio de un hechizo mientras ella y Thea estaban de pie frente a una mesa llena de una docena de velas blancas encendidas, un palo de salvia humeante y un mapa. Del candelabro colgaba un hilo que apuntaba a Marruecos en el mapa, revelando el lugar al que Rebekah había regresado después de la boda. En cada una de las manos de Freya había varios cristales multicolores, y después de un momento la bruja Mikaelson asintió con la cabeza a Thea con los ojos cerrados mientras se acercaba para tomar uno de los vasos llenos de líquido oscuro.

La morena puso una cara ante el líquido antes de seguir las acciones de Freya, bajando rápidamente el vaso mientras cerraba los ojos, extendiendo la mano para agarrar la de Freya al otro lado de la mesa. El alcohol activó el hechizo de Freya, permitiéndole a ella y a Thea proyectarse astralmente a un hostal en Marruecos. Cuando ambas abrieron los ojos, se dieron cuenta de que estaban sentadas en una mesa en una habitación decorada con colores.

―Beks, ―Thea saludó a su mejor amiga mientras veía a la menor Mikaelson, que ahora estaba en el cuerpo de la bruja para poder ayudar a resucitar a Kol. Rebekah sonrió, colocando su propio vaso sobre la mesa después de terminar su trago, ―Te dije que esto era mejor que intercambiar viejas y tediosas cartas, ―comentó la morena Mikaelson, dirigiendo su comentario más hacia Freya, haciendo que Thea resoplara de diversión.

Freya puso los ojos en blanco ante la pareja, ―Bueno, un trago con mis hermanas es mejor que el drama de la línea de nacimiento en cualquier momento, ―la bruja declaró causando que tanto Rebekah como Thea sonrieran brillantemente. Alargando la mano sobre la mesa, Rebekah les sirvió a cada una otra bebida mientras continuaban hablando. ―Lucien siempre ha sido un dolor de cabeza. Aunque palidece en comparación con ese imbécil engreído de Tristán, ―comentó Rebekah con un tono de asco, una mirada de irritación en su cara.