Capítulo 18.- Cosas del destino

473 147 17
                                    

(UNA HORA Y MEDIA ANTES)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

(UNA HORA Y MEDIA ANTES)

06:00 pm

Rodrigo estaba muy cansado, esa mañana la pasó entre entrevistas de trabajo y para su mala suerte, ya eran las 6 de la tarde y no fue aceptado en ninguno.

Sin ganas de nada llegó a su casa a descansar antes de ir a visitar la última cafetería que vio en el periódico, requerían personal que tuviera disponibilidad de horario, al parecer era de esos lugares que atienden las 24 horas.

—Rodri, ¿por qué tardaste tanto en llegar? —Preguntó Nora quien estaba en la sala de estar viendo la televisión cuando el joven llegó a su casa—. Tiene una hora que te dije que vendría a verte.

—Lo siento —se disculpó dejándose caer en el sillón, quedando así, sentado a un lado de su prima— caminé para regresar a casa.

—¿Y por qué no tomaste un taxi?

—Porque no quiero gastarme el dinero que me queda, acuérdate que me falta mucho para poder pagarle a nuestro tío.

—Ese tipo me revuelve las tripas —la chica hizo una mueca de asco y abrazó su estómago—. Yo digo que entremos a su casa y robemos los papeles que firmó tu mamá para que no pueda seguir molestándote.

—No haré eso, Nora.

Rodrigo cerró los ojos un momento y recostó su cabeza en el sillón.

—Yo te ayudaría en ello, solo falta que te decidas.

Y así sin más, de un pequeño brinco, Nora se puso de pie y caminó hasta encontrar su bolso de mano.

—¿Ya te vas? ¿No se supone que estabas esperándome desde hace una hora? —Se quejó.

—La verdad, solo quería saber si vendrías con Eloy —la chica le guiñó un ojo y se encogió de hombros.

—Eres bien chismosa, te voy a poner una restricción para mi vida privada.

—Primix, deja de ser tan gruñón. Te van a salir arrugas y así no vas a conseguir novio.

—¡Nunca dije que quería tener novio!

Con una risita traviesa, Nora se retiró del lugar.

Por su parte, Rodrigo negó con la cabeza y se puso de pie. Decidió tomar una ducha para lucir presentable para su última actividad del día. Se propuso mentalmente que conseguiría ese trabajo y trataría de llegar con la mejor actitud posible.

Una hora después, ya estaba en dicha cafetería. El lugar lucía agradable, el olor a café le agradaba y le daba cierto sentimiento de paz. El café era la bebida favorita de su madre, así que le gustaba estar en un lugar que tuviera dicho aroma.

Desafortunadamente las cosas no salieron a su favor, al llegar lo atendieron con mucha amabilidad y cortesía, sin embargo le fue informado que el puesto recién había sido ocupado y el personal ahora ya estaba completo.

Ladrón de MichisWhere stories live. Discover now