Capítulo 14. Maratón 3/3.

2.8K 156 33
                                    

Había pasado un mes y dos días desde el accidente. Ross y yo nos habíamos acostumbrado a vivir juntos. Pasábamos horas y horas esperando algún barco o avión, mandabamos señales de humo, escribíamos en la arena... Pero no pasaba nada, y yo empezaba a desesperarme.

Ahora estamos en la playa. Sobre una toalla grande. Él estaba sentado, con sus manos apoyadas detrás de él. Yo estaba sentada entre sus piernas. Acariciaba su rodilla con mis dedos mientras mi cabeza de apoyaba en su pecho.

-Después de ver el mar durante tanto tiempo, acabas encontrando más hermoso el paisaje de la ciudad. Te acabas aburriendo de lo mismo, día tras día...- suspiró. Giré suavemente mi cabeza para verle.

-¿También de mi? - le pregunté.

-No. Nunca me podré aburrir de ti- leía la verdad en sus ojos. Yo sabía que él no me podía estar mintiendo. Acerqué lentamente mi rostro al suyo y sonreí, él me imitó. Rocé sus labios y me alejé. Sonreí maliciosamente. Le había dejado a mitad, y sabía que a él le molestaba.

____________________________________

-Laura, nena- sonreí al escuchar su apodo. Escuché como los pasos se acercaban y me oculté mejor tras aquella palmera.

Lo ví pasar a mí lado y salté a us espalda riendo. Él se sobresaltó y luego agarró mi cintura. Me hizo girar, de manera que ahora estábamos frente a frente.

Caminó, haciendo que yo retrosediera, y pegó mi espalda a la pared, sin soltar mi cintura ni mis piernas de sus costados.

Besó mis labios con pasión. Cerré los ojos y pase mis dedos por su pelo. Tiré de él con exitación.

____________________________________

Me tiró suavemente sobre la cama sin dejar de besarme. Me había traído todo el camino. Se recostó sobre mí, procurando no dañarme o aplastarme.

Pasaba desesperadamente mis manos por su cuello y su nuca. El apretaba mis caderas.

Sus besos salieron de mi boca y recorrieron mi mejilla. Bajaron por mi rostro. Frenó en mi mentón, donde comenzó a dar pequeñas mordidas y besos húmedos. Yo solo suspiraba pesadamente y jadeaba. Tiraba ligeramente de su cabello.

Su boca rozó el lóbulo de mi oreja izquierda. Besó, mordió y succionó este. Ahora yo acariciaba su nuca y sentía escalofríos al sentir su cálido aliento en mi cuello.

Bajó sus besos y comenzó a besar mi cuello. Jadeé más rápido y con más exitación de la que ya poseía. No veía hacia donde iba todo esto. Estaba dominada por la lujuria y el deseo.

Metió sus manos bajo mi blusa y acarició mi vientre suavemente, mientras seguía con su tarea en mi cuello. Yo envolví mis piernas alrededor de su cintura y lo atraje más a mí. Tomé su rostro, por las mejillas, con ambas manos, y lo guíe hasta mis labios. Me besó apasionadamente, pero duro unos diez segundos, pues después yo jadeé y tire mi cabeza hacia atrás.

Besó y pasó su lengua por las clavícula de mi tórax. Suspiró y subió ligeramente sus caricias hasta que quedó bajo mi sujetador. Allí formaba círculos con sus pulgares mientras seguía proporcionándome placer jugando con mi clavícula.

Metí mis manos bajo su camisa y acaricie sus abdominales con lentitud. Él, comenzó a besar la parte superior de mis pechos, mientras seguía acariciando por debajo de estos. Gimió y yo besé sus labios, ahogando sus gemidos en mi garganta, y también los míos.

Sus manos bajaron, lentamente, recorriendo mi cuerpo. Seguí dando besos en la parte superior de mis pechos y yo había pasado mis caricias a su espalda. Llegaron al borde de mis short, y fue cuando reaccioné.

Abrí los ojos de golpe y paré mi accionar. Tomé las manos de Ross entre las mías y las aparte.

-No puedo- dije con dificultad por la exitación. Mi pecho subía y bajaba, y mis respiraciones eran rápidas. Me senté pegada a la pared. Ross se levantó y se sentó a mi lado.

-¿Qué pasa, nena?- me dijo acariciando mi pelo. Su cuerpo también subía y bajaba constantemente. Tenía los labios rojos e hinchados. Las pupilas dilatadas por la exitación. Pude apreciar un bulto en su entrepierna, pero decidí no darle importancia, o me pondría roja.

-Ross, yo...- dije nerviosa mirando mis manos. Mi respiración se iba regulando.

-¿Qué pasa linda?- me preguntó dulce, y apartando un mechón de pelo que caía a un costado de mi rostro, formando una cortina entre nosotros. Lo situó tras mi oreja.

-Yo soy virgen- le solté avergonzada. Lo miré, sentía mis mejillas arder, pero no me importaba en ese momento.

---------------------------------------------

Hola!!

Chicas, aquí está la tercera parte!!!!

Estoy dando una vuelta por la playa, es hermoso ♡♡♡♡

Y nada chicas ☆☆☆

Raura shippers ♡♡

Perdida te encontré. |RAURA|Where stories live. Discover now