capitulo 7

17K 866 28
                                    

dolorosa verdad

-Soy médico, mi nombre si es katherin.

-qué haces aquí? ¿Eres la novia de mi hijo?

- obvio no, no lo soy, vine aquí porque su estop...- Observó cómo me mira con su cara de pocos amigos – digo, su encantador hijo me invitó acompañarlo.

- entiendo, y ¿De dónde se conocen? – demasiadas preguntas para mí.

-mi hermana iba a ser su abogada, pero por razones desconocidas-obviamente yo conozco las razones- tuve que intervenir esos trámites y así nos conocimos- no mentía en cierto modo la mayoría de las cosas que decía era verdad.

-qué bueno que se conocieron, pareces una chica muy inteligente y además de eso eres hermosa.

- Gracias.

Y así paso una hora nosotras conversando y el descarado Sebastián no aparece Y esta conversión se está poniendo incómoda.

- y dime, ¿katherin verdad? - asiento -¿ tienes novio?

-no.

- qué raro una chica como tu soltera, eso no se ve en estos tiempos – sonrió, ¿cómo le explico que el amor no se me da?

- estoy ocupada con mi trabajo.

- y no quisieras tener uno?

-por ahora no- ella asiente- voy al baño- y sin más me levanto, ella me enseña dónde queda y yo me dirijo al lugar.

Voy pasando a través de todo el mundo, algunos bailan otros hablan, entro al baño y observo que no haya nadie.

-Dios, porque mi vida debía dañarse así, no soporto esto – me miro en el espejo- a pesar de que me veo hermosa, no concéntrate, puedes escaparte – observo por todos lados- ¿qué baño son estos? no tienen ventanas, esto parece la realidad de las películas, he visto más de 100 películas en toda mi vida y siempre en los baños hay ventanas ¿porque aquí no hay una? hoy no es tu día katherin-me remuevo el cabello inquieta.

-katherin ¿te paso algo? ¿puedo entrar?

-estoy bien, ya salgo- me miro en el espejo- sonríe katherin, no dejes que nadie sepa que tienes problemas – susurro para mí misma y salgo.

-te vi entrar y luego escuches gritos ¿te paso algo?

- no, Richard, estoy bien- de todas las personas no pensé encontrármelo a él, recuerda katherin, él vive en este mundo de las galas ¿cómo no pensaste encontrártelo aquí?

-segura que estas bien? – asiento, voy de camino a mi mesa donde se encuentra Mónica con Melody, pero siento que me sujetan, miro el causante.

- ¿quieres bailar?- niego-vamos anímate.

-Está bien, vamos- y con solo darle esa respuesta me lleva a la pista y sin más empezamos a bailar, el coloca sus manos en mi cintura y trato de mantener mi distancia, me siento feliz por primera vez en el día, pero a la vez traicionada.

- ¿qué haces aquí? – me pregunta

-estoy acompañando a Sebastián, estoy cuidando a su hija, su madre se encuentra enferma.

-la madre de Melody?

- sí, por eso me invito a pesar de que se encuentra Mónica-le explico.

- al parecer no te dijo- esta vez lo miro con atención.

- ¿que no me dijo que?

-no es de mi incumbencia decírtelo, pero la madre de Melody murió en cuanto nació- y ahora me siento peor ¿Cómo? ¿Por qué? ahora entiendo- cuando tenía 22 años, Sebastián, era un total mujeriego, pero ¿sabes cuáles eran sus gusto?- niego- mujeres mayores, pero no cualquieras, de 30 y 40, decía que eran muy maduras y que ellas los complacían muy bien con sus necesidades, hasta que llego Olga, una mujer de 27 años, entre todas, ella era su favorita, pero un día Olga quedo embarazada, sus padres se decepcionaron mucho así que para que nadie se enterara lo mandaron a Canadá, Olga no debía dar a luz ya que tenía problemas en el útero, pero ella quería dar a luz, todo iba bien, pero en el parto todo se dificulto y tras dar a luz ella murió.

- ¿y los padres de Olga?

-ella era hija única, sus padres no lo digirieron bien, su madre murió por un ataque cardiaco después de enterarse de la muerte de su hija y su padre se sentía solo y se suicidó.

- que lamentable, ¿entonces Melody nunca tuvo una madre? - el niega.

- con los años Sebastián se volvió más responsable y un padre ejemplar, después de eso no volvió a tener ninguna relación con nadie y le atormenta que hablen sobre este tema.

Ahora entiendo todo, me siento horrible y no soy yo, pobre Sebastián siento lastima por la pequeña, no debía vivir esto y de seguro Sebastián tampoco lo paso bien.

-olvidémonos de eso, eso no importa-no es por nada, pero me importa- dime ¿pensaste lo de la tarde?

- ¿no crees que paso mucho tiempo sin vernos? no nos conocemos muy bien.

- se eso, que tal esto, nos conocemos, te invito a varias citas, salimos y después de un tiempo me dices si estás de acuerdo.

-está bien – no pierdo nada con intentar – hagamos que esto funcione.

- sé que te enamoraras de mi como yo lo estoy de ti- me sonríe y coloca sus manos en mi mejilla, esto se siente bien, estamos a punto de besarnos observo como sus labios cada vez se acercan más a los míos, pero vuelvo a mis sentidos cuando escucho mi nombre.

-katherin nos vamos.

Mi casualidad más bonita( editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora