004 - malas ideas

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iv

SIRENAS Y DEFECTOS

                 EL APRETÓN EN LA BOCA de mi estómago no alivió en ningún momento, sentía como si algo estuviera encima de nosotros, esperando por cualquier fallo justo como en mis sueños

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                 EL APRETÓN EN LA BOCA de mi estómago no alivió en ningún momento, sentía como si algo estuviera encima de nosotros, esperando por cualquier fallo justo como en mis sueños.

   Tenía miedo, debía admitir.

   No había salido de mi isla desde hacía años, jugando, creciendo, estudiando y aprendiendo arduamente de una de las mejores en el campo de la brujería y desde que había descubierto que tenía talento para ello, no quise desaprovecharlo, sabía que no cualquiera tenía la oportunidad de entrenar de esa manera porque los dioses no podían cuidar directamente a sus hijos.

   Nadie había dicho nada de hermanos.

   Pero como toda semidiosa, mi vida tenía que estar en inminente peligro al ser un potencial peón para los dioses, yo misma debía buscar mi destino y pues...no podía ser tan fácil ¿Verdad?

   Eso siempre lo había sabido y las estrellas siempre me lo repetían, mi destino estaba escrito y de la misma manera que el espíritu de Delfos susurra al oído del dios Apolo, a las estrellas les gustaba contar algunas de las historias que habían visto. Pues ellas siempre estaban allí, incluso cuando la luz del sol las opaca, a lo mejor no eran tan proféticas como los mortales querían creer pero sí muy chismosas.

   Ellas han sido mi mayor sostén en muchas noches difíciles.

   No podía decir que andar montada en un barco polvoriento era mi actividad favorita, navegamos toda la noche y mi estómago se había revuelto un philoar de veces, me alegré mucho de haber preparado aquella mochila con tanta antelación, la cual tenía un pequeño conjuro de expansión totalmente indetectable ante la vista de cualquier ser y allí había empacado todo lo que había considerado necesario para el viaje que tenía meses sabiendo que haría.

  No quise salir mucho del camarote que me habían asignado, me sentía extraña, era una extraña entre esos desconocidos que parecían conocerse de toda la vida, yo era un polizón inesperado en aquel viaje.

   Admitía que mi madre no tenía toda la culpa, fácilmente pude haber elegido la opción de quedarme en Eea con mi hermana, pero quería más, quería conocer, quería saber, quería probar, preguntar, mirar, quería...quiero todo.

   Los pequeños placeres, las sonrisas, los privilegios, los detalles.

   Quería vivir.

   Y si eso era considerado ambición, pues si, Lyra Adhara Blair era ambiciosa. Y si quería conseguirlo, tenía que dejar esos estúpidos miedos de lado y seguir adelante como siempre lo había hecho, pero ahora lejos, era hora de rehacer mi vida.

𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒 • percy jacksonWhere stories live. Discover now