RECUPERAR LA ESPERANZA | THE AMAZING SPIDER-MAN

CONVIVIR SIENDO MUDO

Peter había tardado un poco más de lo que admitía en darse cuenta de cómo funcionaba la ducha avanzada. Al principio se había disparado a sí mismo con agua helada, casi haciéndole saltar de su propia piel. Pero después de presionar un botón al azar, se lo llevó a un tentador habitual. No podía creer lo bien que se sentía tener el cuerpo limpio, sin mencionar el agua caliente. Dio un suspiro de satisfacción mientras apoyaba la cabeza en la pared de la ducha, cerrando los ojos y dejando que el agua lo empapara. Podía llorar, se sentía tan bien ... No lo haría, pero podía. Se sentía mal por usar los jabones de Sam, pero realmente si se tomaba en cuenta, el tipo vivía; podría comprar más champú.

Se había lavado el cabello unas tres veces antes de que se sintiera limpio. Lo mismo ocurre con su cuerpo. Los jabones decían que eran de menta y pino. El olor llenándole la nariz. Realmente no quería dejar la maravillosa ducha, pero sabía que también lo había hecho. Una vez fuera se puso unos pantalones de chándal gris oscuro. Eran demasiado grandes para los que tuvo que atar los cordones para que la parte superior de los pantalones se armara. Y las perneras del pantalón cubrían completamente sus pies. Luego se puso una camiseta azul que le quedaba holgada sobre su pequeña figura y el cuello bajó para que se pudiera ver claramente su clavícula que sobresalía. Era agradable. El punto era que la ropa era demasiado grande.

Rápidamente se secó el cabello con una toalla, dejándolo todo hinchado y despeinado. Se miró en el espejo y todavía estaba un poco sorprendido de cómo se veía. No fue terrible, pero seguro que parecía poco alimentado. E incluso con su gran sueño nocturno, todavía tenía bolsas moradas debajo de sus ojos marrones. El corte en su frente lucía más o menos igual que anoche. Algo así solo hubiera tomado un día, tal vez dos, con su factor de curación funcionando a plena capacidad. Pero aparentemente la manzana de anoche no le había servido de mucho. Frunció el ceño ante su reflejo antes de recoger la manta que había tirado en el suelo y abrir la puerta. No había nadie en la sala de estar, pero podía oír el parloteo de la cocina. Rápidamente abrió la puerta de la habitación vacía en la que había dormido y tiró la manta.

Cuando dobló la esquina esperaba que todo el grupo de adultos dejara de hablar y volviera a mirarlo con torpeza. Pero continuaron como si todo fuera normal. Steve parecía estar haciendo huevos, mientras que el tocino, las tostadas y las croquetas de patata ya estaban a un lado esperando ser comidos. A Peter se le hizo agua la boca cuando todos los olores lo golpearon. Se preguntó de dónde habían sacado la comida, porque cuando comprobó anoche no había mucho.

"Te ves mejor." Sam le dijo mientras apoyaba todo su peso en un mostrador. Peter le dedicó una pequeña sonrisa. Se sentía mejor, mejor de lo que se había sentido en mucho tiempo.

Solo había cuatro asientos en la zona, en los que Tony, Natasha y el tipo Hulk estaban sentados. Lo que significó que una buena cantidad de los Avengers se quedaron sin asiento. Demostrando los pensamientos de Peter de que este piso nunca se usó realmente, o si es así, definitivamente no por los siete al mismo tiempo. ¿No había dicho Sam que podía usar su ducha? ¿Significa que este era su apartamento?

Steve y Sam estaban terminando de cocinar, era un poco extraño ver al Capitan America cocinando huevos, pero Peter había visto cosas más extrañas. Thor estaba junto a Clint con los brazos cruzados mientras su fuerte voz llenaba la habitación, mientras se reía de algo que decía el arquero. Clint estaba sentado en un mostrador, lo que hizo que Peter sintiera que su nombre de Hawkeye era muy apropiado.

Alguien silbó llamando la atención de Peter, era Tony. El hombre sacó el taburete vacío junto a él, invitando a Peter a sentarse. "Ven y siéntate cabeza de telaraña". Le dijo al adolescente. Peter lo hizo y se rompió las costillas. Había tenido que quitarse los vendajes cuando se duchaba y había sido demasiado perezoso para volver a ponérselos después. Le escocían las costillas y se las frotó tratando de aliviar un poco la incomodidad.