Cap 30

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Muevo mis dedos para sujetar bien la coleta de la pequeña rubia.

-¡Auch! -Aprieta su agarre a mi muñeca- ¡Ya! -chilla la pequeña, sarandeando mi mano.

Alejo mi mano de su cabeza y ella aleja la suya de mi muñeca, me giro para buscar algo en la mesa.

-Ya esta listo mi amor, tan solo falta... -Regreso mi vista a la menor, y ya no estaba donde la había dejado.

Bufo.

Es que estas niñas no pueden soportar un poquito de dolor. Es para que se vean lo más lindas posible. Ruedo los ojos.

-¡Shakti! ¡Ven mi amor, te falto el lazo! -Salgo de la habitación, encontrándome a los pequeños jugando con sus juguetes, en la sala.

Me acerco a ellos y veo a la única cabello amarillo, gateando en la alfombra.

Miro todo a su alrededor. Cuando los pequeños comenzaron a gatear, quitamos todo lo que se podía romper fácilmente, de la sala, ya que era una área común; eso implicaba la hermosa mesa de vidrio, que se encontraba en medio de los sofás.

Cojo a Shakti por debajo de los brazo, llevándola a sentarse en el mueble más cercano. Y sin mucha demora le coloco los dos lazo, uno en cada moño. Al terminar de poner los lazo, ella sale escandalizada del mueble, soltando aquel grito, como si la estuviera pellizcando.

Exagerada.

Miro a los bebés y me aseguro de que estén los cuatros. Y si están, cuatro hermosos pequeños, que están de cumpleaños.

¡Son sus primer añito!

Sonrio.

Que rápido pasa el tiempo, de un momento a otro nacieron y ya están por caminar. No puede ser...

Una nostalgia invade mi cuerpo, removiendome las lágrimas.

Siento como una mano se desliza por mi cintura y un afectuoso beso se planta en mi coronilla. Miro a la persona que se posicionó a mi lado, estirando mis labios aún más. Deslizó mi mano por su espalda.

-Falta una cumpleañera por arreglarse -avisa.

Acentuó mi ceño.

-Los niños ya están listos...

-Tú, mi cielo -besa mi mejilla- ¿Tu no cumples años hoy?

Arrugó mi nariz. Mi cielo.

-No me digas mi cielo.

-Mi cielo, mi pequeña, mi amor, mi vida... -con una voz melosa, sale aquel vómito de apodos.

Yo me encojo de hombros, apartando su cuerpo del mío.

-Es mejor que me vaya a cambiar. Porque si no vómito -saco mi lengua, como si fuese a vomitar.

El solo se ríe. Me detengo a observa su atuendo; jeans negro algo ajustados, -desde aquí me da una buena vista a su trasero- una camisa mezclilla, azul oscuro y zapatos blancos. Buena combinación.

Se le ve despreocupado, sexy, como en los días que lo conocí. Después de que supo que yo estaba embaraza de el, se volvió algo más tensó, ya no tenía ese aire despreocupado. Pero ahora que lo veo así, creo que esta recuperando esos aires.

El se vuelve hacia mi, me observa y para finalizar me guiña un ojo, para volver la atención a los bebés.

Suelto mi labio del agarre de mis dientes, sin saber en qué momentos me los mordía.

Sigo mi camino a la habitación debo cambiarme con urgencia mi pijama.

Me doy un baño rápido y me coloco el vestido que había elegido desde hacía ya tiempo. Pues mi vestido combina con el vestido de las niñas, Nethaly y Nina.

¿¡UN BEBE!?Where stories live. Discover now