Just a Dream

First Date

Pt. 3

En cuanto comenzaron a pedalear un pensamiento seguido de pánico llegó a Josie.

Este era un paseo. No habría guías o cosas que robaran su atención, solo ellas y su entorno. Un buen escenario para conversar, y entonces su mundo enloqueció. Sentía que estaba a punto de presentar uno de los exámenes más difíciles e importantes de su vida.

Tenía miedo de equivocarse en algo y por ello perder a Hope.

Una de las ventajas de estar saliendo en secreto es que no había tenido la oportunidad de cansar o molestar a la cobriza, como lo había hecho con Penélope. No habían compartido tanto tiempo para que su usual instinto necesitado de afecto le asfixiara, o que se diera cuenta que no era tan inteligente o elegante como ella. Solo era una chica de pueblo pequeño sin chiste a su parecer, y esto había pasado desapercibido ya que cuando estaban juntas se concentraban en disfrutar el momento.

Pero ahora Hope quería conocerle y el temor de decepcionarle le aterrorizaba. No quería perderle por no ser más. No quería que ella se diera cuenta de que no era suficiente.

Pronto sus miedos fueron difuminándose. Hope se encargó de ello. Quizás sintiera su ansiedad, la bruja no estaba segura pero pronto dejo de pensar en su cita como una entrevista de trabajo y solo disfruto de ir con su novia. Su amiga.

Fueron en la bicicleta, deteniéndose cada tanto para que la morena descansará pero también para disfrutar de lo que el sitio ofrecía. La música que se encontraba en cada rincón, sin duda ayudo a qué está se relajara un poco más y fuera dejando su miedo mientras la conversación fluía sin problemas

Hablando de todo y nada. De la escuela y su familia. De ellas mismas pero sin presiones. Naturalmente. Sin que ninguna empujara por saber algo que la otra no estaba lista para hablar. Jugando entre conocerse como en una real primera cita a ciegas y ser conocidas desde hace años. Probablemente el que solo hasta ahora fueran algo más que personas que se topaban en los pasillos ayudará a que se presentarán mejor. A qué no hubiera fantasmas o espejismos que romper.

Por primera vez, solo eran ellas.

No una Mikaelson y una Saltzman. No las brujas más inteligentes de la escuela que siempre competían por las notas más altas. No la solitaria y la hermana de alguien.

Solo Josie y Hope.

Y eso parecía ser perfecto para ambas. Porque aunque la otra no lo supiera, compartían el mismo temor. No ser suficientes.

La isla era hermosa. Un gran parque artificial con glorietas estratégicamente colocadas entre la verdura dónde músicos y artistas mostraban sus talentos. Cualquiera que estos fueran, y por ello terminaron con pulseras tejidas a juego y algunos aretes de madera reciclada y otras cosas que atraparon sus miradas, y más importante aún, que podrían usar sin que gritara "Pareja" para cualquiera que lo viera. Un feliz secreto más que compartirían.

Pero el tiempo pasó y aunque Josie no quería irse realmente tenía hambre así que abandonaron el sitio.

Esta vez, Hope fue la que condujo y sin decir palabra les llevo por las calles de la ciudad con sus sentidos al máximo para evitar accidentes pero con su destino fijo en su cabeza.

Deteniéndose solo hasta que llegaron al centro de la ciudad, sin dejar en ningún momento que su novia pedaleara gracias a su fuerza sobrenatural. Bajaron de la bicicleta y la entregaron en el sitio de renta, enseguida para Josie fue obvio que la cobriza ya había dejado una buena propina por lo pronto que les atendieron.

Salieron a la calle y siguieron su camino andando. Sonrió al sentir como Hope depositaba un beso en su mejilla a la vez que su mano le sujetaba al otro lado de su cintura para luego con simple elegancia pasar por su espalda para ir al mismo lado. Colocándose protectoramente entre ella y la calle por dónde los autos circulaban. Provocándole un sonrojo por la atención y el firme pero suave agarre en su mano que poco se habían alejado de la otra durante el día.