Care

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Pt. 3

Hope estaba agotada y para sorpresa de la mayoría aún iba en su ropa deportiva de la mañana pero eso no le importo en su camino hacia su sitio en el bosque. Cargaba su maleta llena de algunas provisiones necesarias y en cuanto llego sonrió al ver el resto que le hacían falta.

Saco su computadora y la encendió para enseguida llamar a sus tíos.

-Entonces ¿Conseguiste todo? Tío Kol –. Pregunto al aire sabiendo que el siempre era el primero en responder a sus llamadas. Estaba segura de que usaba un tono especial solo para ella y creía haber escuchado que era la canción de Batman de los sesenta.

Kol sonrió con arrogancia –Por supuesto, ¿Quién crees que soy? Tome a un chef y lo lleve de compras.

-Sigo sin entender porque no quieres que te enviemos un chef –. Agrego Marcel.

Hope negó riendo por lo bajo.

-Seria más fácil y todo sería perfecto. No tendrías la preocupación de prepararlo –. Dijo Davina que salió en el cuadro de Kol a la vez que tomaba asiento en su regazo.

-Exacto –. Afirmo Rebekah –Hasta podríamos tomar varios de diferentes culturas para que tengan variedad.

Freya puso los ojos en blanco y negó en silencio a la vez que su sobrina volteaba hacia la pantalla con una sonrisa apretada luego de cargar algunos troncos para despejar la vista del sitio.

Había elegido hacer un pequeño picnic a orillas del lago, por supuesto en la parte de este que estaba cubierto por hechizos y dónde nadie podría verlas. Podrían relajarse sin problemas y estaría lo suficientemente cerca si Josie quería o necesitaba volver con las brujas.

Lanzó los troncos lejos y sonrió hacia la pantalla –¿Por qué todos sus planes requieren que secuestremos a alguien?

-Lo hace más divertido –. Respondió Kol con pícara sonrisa.

-Estamos algo aburridos –. Agrego Rebekah mirándose las uñas.

-Realmente tenemos un problema, familia –. Soltó Freya junto a un suspiro.

-Dios... –. Se quejó Keelin –Nunca dejaremos a Nicky con ninguno y Hope no les escuches.

-No lo haré –. Respondió distraídamente la cobriza a la vez que cargaba una pequeña mesa cuadrada que se había robado de la biblioteca de la escuela.

Saco una sierra de su maleta y una cinta métrica, con un lápiz hizo marcas en la madera. Justo en el centro dibujo un cuadrado y con un punzor perforó cada pocos centímetros siguiendo las líneas, pronto solo dio un firme golpe y la madera cayó dejando un perfecto cuadro. Luego paso a las patas que midió y marco lo que supuso era el espacio necesario, y sin pensar corto las patas para volver una mesa común y corriente en una mesa baja tipo asiática. Entonces comenzó a lijar el cuadrado para que no se viera tan mal y se detuvo hasta que estuvo satisfecha.

Lo siguiente fue acomodar una manta y un gran cubo de metal justo bajo el hoyo de la mesa. Lo lleno de hojas secas y trozos de madera que rompió con sus propias manos sin importarle que le hicieran daño, el dolor nunca duraba demasiado. Acomodo los pocos cojines que había tomado de su habitación y gruño por lo bajo pero se concentro en el entorno y el paisaje, tratando de que todo se viera bien sin perder la gran vista que el sitio le otorgaba.

Por el resto de la tarde trabajo en ello sin dejar de conversar con su familia que aprovecho el tiempo para ponerse al corriente. Para cuándo el sol comenzó a bajar todo estaba casi listo.

-Podemos enviarte las lámparas –. Dijo Davina al ver cómo la luz se iba perdiendo.

Hope negó –Gracias pero no. Las haré yo misma.

Just a DreamWhere stories live. Discover now