Lo que Somos

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Pt. 4

Hope llegó a su habitación y cerro de un portazo. Ni siquiera sabía porque había corrido pero entonces sintió una lágrima resbalando por su mejilla y suspiró recordando el por qué. Lanzo su mochila contra la pared con todas sus fuerzas y con su espalda recargada en la puerta se deslizó sobre la madera hasta sentarse en el suelo. Sus ojos resplandecieron en dorado y pudo sentir a su lobo lloriqueando como un cachorro. Cómo ella, su lobo se había vuelto loco por la morocha y el haber tenido algo solo iba a aumentar sus problemas para controlarlo y a su estúpida posesividad que evidentemente era el resultado de la propia.

Un suspiro escapó de sus labios mientras pensaba en que podría hacer para que parada pero no tenía idea. Ni siquiera había podido evitar seguir enamorada de Josie después de años aun cuando lo había intentado todo. Ese no era el mejor pronóstico.

Inhaló profundamente y el aroma a flores se coló en su nariz. Confundida miro a su alrededor hasta que recordó el costal de hierbas que estaba en su bolsillo. Lo saco y lo acercó a su nariz. Poco a poco se fue calmando a la vez que más lágrimas se deslizaban sin permiso porque aunque era muy parecido, no era el aroma que ella amaba.

No era Josie.

Su corazón crujió pero se aferró al costal como un pequeño consuelo. Se quedó sentada contra la puerta sin querer moverse hasta que pasos apresurados llamaron su atención.

Solo tuvo que concentrar su oído para saber quién era. Ella reconocería donde fuera el ritmo de los golpes de sus zapatos contra la madera pero sobretodo el dulce palpitar que tanto hacía saltar al propio. Había sido su consuelo durante los días cuando no podía acercarse a ella, solo se concentraba a en ello y se quedaba lo suficientemente cerca para no dejar de oírlo.

Le relajaba pero no está vez.

Instintivamente su mano fue hacia la puerta y susurro un hechizo que su tía Freya había inventado especialmente para ella. Un bloqueo anti sifones. Una precaución contra Lizzie cuando empezaron a llevarse mal. Jamás imagino que terminaría usándolo para dejar fuera a Josie.

***

Josie llevo frente a la puerta de la cobriza y colocó su mano sobre ella esperando escuchar el acostumbrado clic del seguro al desaparecer. Hope le había incluido en el hechizo de cerradura para que pudiera entrar cuando quisiera pero en lugar del clic sintió una diferente magia. Firme y potente, y completamente bloqueado. Intento sifonearlo a la vez que su corazón ya se estrujaba y cuando esté no desapareció sintió que alguien pateaba su abdomen.

Hope le había dejado fuera.

Lágrimas llenaron sus ojos y sus puños comenzaron a estrellarse contra la madera con firmeza.

-Déjame entrar –. Dijo con voz firme entre golpes casi enojada por ser apartada pero esto pronto se esfumó para darle paso a la tristeza –Hope, por favor. Déjame entrar... quiero hablar... quiero... te necesito y necesito que me dejes hablar...

La puerta no se movió ni el hechizo. La desesperación burbujeo y le hizo golpear con más fuerza, con sus puños y sus pies a la vez que rompía en llanto.

-No hagas esto... no me alejes... –. Lloriqueo pero luego de un momento recobro fuerzas y se alejó un par de pasos.

Colocó su mano en el muro contrario y tomo toda la magia que necesitaba. Sin pensar lanzó un hechizo contra la puerta. Una bola de fuego que retumbó al golpear pero que se desvaneció en el aire.

-No... –. Susurró vencida volviendo contra la puerta. Literalmente su cuerpo chocando contra ella en un último intento que no funcionó y sin poder evitarlo más se deslizó contra la madera. Llorando contra ella –Yo no quiero esto... n-no quise lastimarte... perdón.

Just a DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora