Capitulo 9

219 12 1
                                    

Luciana

Me encuentro con Teo jugando y corriéndonos por todo el jardín de Kendall. En un momento me quedé recostada en el suelo con el perro encima mío lamiéndome la cara, me río fuerte y sigo jugando. Kendall se había puesto la lado mío con los brazos sobre la cabeza y mirándome, yo miraba al frente sintiendo su mirada, giro mi cabeza y me encuentro con sus dulces ojos, nos quedamos mirando ¿Cómo puede ser que después de todo lo que pasó, sigo siendo tan tímida cuando estoy con él? me muerdo el labio de tan solo pensar en todos los momentos que pasamos. A la mierda mi plan. Saco mis manos de mi abdomen y lo agarro del cuello bruscamente atrayéndolo a mis labios. Se quedó perplejo por un minuto, luego sentí sus pestañas abrirse y cerrarse para permanecer así, abrió su boca introduciendo su lengua, yo no quería un beso salvaje así que no imite su acción, el entendió y solamente fueron nuestros labios quienes se estaban entrelazando. Ladeo la cabeza y el hace lo mismo; Una de sus manos fue a mi cuello mientras que la otra en mi cintura, me atrajo hacia él y quedamos tan cerca que cuando ladeábamos la cabeza nuestras narices chocaban levemente. 

Nos separamos y lo miré, su mirada reflejaba dolor y tristeza, lo sabía. Hice una mueca de sonrisa y el cerro los ojos, respiró y los abrió dándome a entender de que me extrañaba y que nunca dejo de amarme. Yo tampoco lo he dejado de hacer.

      Todo esto parecía que lo decían nuestras mentes ya que sabíamos los dos, que somos el uno para el otro.

-          Perdóname, por favor. Soy... fui.... – Derramó una lagrima

Lo único que pude hacer fue asentir con la cabeza. 

No me sentía con la capacidad del qué decir. 

-          Has sido un imbécil, idiota, te odio – Le pegue levemente en el pecho –

Kendall: Lo sé, clávame con un cuchillo si quieres, me lo merezco anda. Pero te juro que no pensé lo que hice, no se como podre perdonármelo, Mumis. 

Suena mi teléfono. Kendall rió y se paró dándome su mano y entrando de nuevo a la casa. Atiendo.

-          ¿Si?

- Luciana ¿Dónde carajo estas? – Era mi madre. Bufé. ¿De verdad le importaba donde estaba? 

- Estoy en la casa de kendall má – Dije simple

Madre : Ven para aquí ya mismo – Dijo ¿enojada?

- Como quieras – y colgué. No la quería escuchar. Llamé a kendall.

-Kendall me tengo que ir – Dije acercándome y poniéndome de puntas para estar a su altura y darle un beso pero justo cuando estaba por tocar sus labios, agarró mi cintura sintiendo como piel reaccionaba ante sus caricias y hizo lo que menos me esperaba : Me separó. Preguntándome que había echo mal, se supone que ya habíamos arreglado todo. Mi vista se perdió en él yendo escaleras arriba.

¿Era una broma?

-    ¡Vete a la mierda, Kendall Schmidt! – Dije con voz fuerte, sabía que me escucharía. 



Cambio - #Wattys2021Where stories live. Discover now