Capitulo 34

105 6 0
                                    


Luego de que nos hayan retado por armar semejante lió. Los culpables fueron a probarse los trajes mientras yo me volvía a cambiar y a pagar.

- $3500 por favor - Me dijo la chica con una amplia sonrisa. 

- Claro, ten - Le tendí mi tarjeta de crédito y sin problemas se realizó el pago. 

Harry salió del vestidor llamándome y luciendo un hermoso traje negro, con camisa rosa y moño negro. Simplemente fantástico. 

-  ¡Wow! Te juro que si no fueras jodidamente gay no perdería el tiempo contigo. ¿Viniste junto con el? - Pregunté extrañada ya que habíamos venido juntos y no me pareció que Kendall estaba en la lista de invitados para comprar ropa con nosotros. Siempre quedando en el medio, maldito metiche.  

(Nunca mala onda, sincera sí)

(o no)

- No, pero soy su amigo también. Seguro querrá mi opinión. - Dijo simple yéndose para el vestidor donde se vestía Kendall. 

Justamente ahora estoy pensando en él. Si, aunque pasaron unos pocos meses, mi mente y mi corazón no pudieron desconectarme de sus recuerdos. Ardiendo de la furia, escribo esto apretando las teclas con fuerza al imaginarme lo feliz que estará. ¿Seré egoísta? ¿Tendré razón?

El día transcurrió lento pero tranquilo, puse mi vestido en mi ropero y los zapatos con su caja por debajo de mi cama. 

one two three it's time to get started 

¡Por dios, casi me muero del susto! ¿Quien carajos me llamaba a esta hora?  23:50 para ser exacta. Numero privado, sin importancia atendí. 

- Hola ¿Quien habla? - 

- Que tan bajo he tenido que caer para que ya ni registrado me tengas? - Dijo la voz del otro lado poniéndome la piel de gallina. ¿Como diablos tenia mi numero?. Mejor ni lo pienso, se lo pregunto. 

- ¿Como diablos tienes mi numero, Kendall? - Dije  sorprendida. 

- Siempre lo he tenido. ¿Por que he de eliminarlo? - Dijo simple

- Tu rompiste conmigo. ¡Hola! ¿Que tal? - Dije obvia, ya fastidiada - Como sea ¿Que mierdas quieres? - 

- Cálmate ya, solo quería decirte que ese vestido te quedaba genial y... 

- ¡Habla ya! - Dije desesperada. 

- No me interrumpas, maldita seas. ¿Tienes 5 minutos? - Preguntó. En realidad sonaba bastante tranquilo a lo que normalmente estaba cuando conversábamos. Era sumamente extraño hablar con el, ya había perdido el interés totalmente. 

(o no)

(maldita sea ¡claro que no!) 

-  Tengo ganas de decirte un montón de cosas. - Dijo suspirando a ultimo aliento dejándome totalmente helada.

- No voy a ir a nuestra casa, me quedo aquí. - Le contesté

¿Y ahora que hago? 

  No puedo continuar, se me está acabando el tiempo y las ganas de luchar por que a pesar de todo soy débil al final. No saber si lo extraño, si quisiera volver a estar juntos, si será obsesión, si será amor, si quisiera volver a intentar, si esto es propio de adolescentes, sinceramente no sé qué es todo esto. Al día de hoy me pregunto ¿Qué hago ahora? Si cuando hablamos por teléfono, su voz me quita el sueño. Me pregunto si le seguiré importando, en cómo estará y en que pasará el día en que nos volviéramos a enfrentar. Necesito respuestas y creo que llorando no será la solución.  

Simplemente mi corazón se frenó en ese mismo instante. 

- Si sufres hoy la culpa no la tengo yo - Dije citando la canción que tanto amaba - Has lo que quieras - dije colgando. 

Agarré uno de mis almohadones y lo lance hacia la ventana. ¿Justo ahora Kendall se acuerda de mi? ¿Luego de todo lo que pasó? 

Escuché la puerta abajo mientras yo me ponía a revisar mi agenda. Seguramente mi madre tendrá invitados, voy a mi mesita de luz para sacar un bolígrafo cuando veo algo que me sorprende totalmente. 

Golpean la puerta dándome un susto de mil infiernos haciendo que cierre de repente el cajón. 

- ¿Que quieres mamá? Estoy ocupada, joder. - Le dije cansada y con el corazón latiendome a mil por hora. 

- Soy yo, Lu. Ábreme por favor - Dijeron del otro lado. 

Me quedé helada. 

Era Kendall. 

Me paro y abro la puerta. Ahí estaba, se notaba nervioso y mas pálido de lo normal. No me había fijado nunca que también había bajado de peso, pues la remera que solía usar de vez en cuando le quedaba mas holgada esta vez. ¿Serán los nervios?. 

- Necesito hablar contigo - Me dijo - ¿Puedo pasar? - Insistió. 

Asentí y me hice a un lado, no tenia palabras y mi boca permaneció cerrada sin saber que decir. 

- No te esperaba aquí - Dije por primera vez. Bajé la mirada. 

- Pues... - Dijo dudoso - Finalmente me atreví a hablarte de lo que jamas quise. - Miró hacia mi de arriba a bajo preguntándome si había algo mal en mi o en como me vestí aunque estaba en pijama ya que era tarde.

Fruncí el ceño y me miré a mi misma. 

- ¿Que tengo? - Dije preocupada. ¿Acaso tenia la remera agujereada o manchada? 

Me miró y suspiro en voz alta negando con la cabeza.

Como quisiera saber en que estará pensando. 

Ay Kendall, dime de una vez por favor. 

- Yo terminé contigo por que... - Empezó así sin mas y yo alcé la vista sorprendida. - Yo ... - Siguió 

- ¿Tu qué Kendall? - Le dije firme. 


Cambio - #Wattys2024Where stories live. Discover now