Capítulo 5

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"Ni antes, ni ahora, ni nunca"

-¿Sabe que Horacio y Gustabo han salido de federal? -preguntó Volkov cuando el subinspector Dan salió por la puerta del despacho de Conway.

-Sí, ¿por qué? -Conway dejó de hacer lo que estaba haciendo y miró al comisario.

-Esta mañana me encontré con Horacio en mi edificio. Solo quería saber si usted sabía algo, nada más. ¿Qué novedades tenemos?

.......

Horacio se encontraba apoyado en la puerta principal de la comisaría esperando a Gustabo. Técnicamente iban a ir juntos al trabajo, pero tras la instrucción con el superintendente, el mayor de los dos prefirió quedarse un rato en la cama para echarse una pequeña siesta.

Habían pasado tres días desde su reincorporación al CNP y Horacio siempre llegaba antes de su entrada de servicio y salía mucho más tarde, haciendo horas extra; por ese motivo el de cresta, ahora azul, ya llevaba tiempo en Comisaría. No lo hacía por dinero, aunque de cierta manera sí necesitaba el dinero, lo hacía porque le encantaba ser agente de policía.

Si quería guardar una identidad, no era muy discreto el que estuviera en la misma puerta principal llevando una sudadera amarilla y azul a juego con su cresta, pero era Horacio, y si alguien preguntaba, diría que necesitaba resolver un asunto referente a alguna multa y que tenía que ver a algún agente.

En esos tres días volvió a ver a Volkov, por supuesto, el comisario entraba a la misma hora que él salía, aunque había excepciones en algunos días, y al estar horas extras era inevitable el encuentro.

Simplemente se saludaban, no había ningún otro intercambio de palabras, por más que quisiera Horacio.

-Qué cojones... -murmuró Horacio. Cuatro tíos se acercaron con una cámara y un micrófono. Entre ellos pudo distinguir el abrigo rojo de Gustabo y fue hacia él.

-¿Sabéis si hay un topo en la policía? -les preguntó el calvo, quien al parecer se llamaba Paco y era aquel hombre que siempre andaba con una vieja de nombre Paqui.

-Y yo que sé, no soy policía -Gustabo saltó a la defensiva al escuchar que la pregunta iba dirigida hacia él.

-Por eso, no soy tan tonto de preguntarle a un policía -explicó el entrevistador.

-A mí la policía me la suda, la odio, ¡como si se mueren todos los policías! -gritó Gustabo.

-¡Volkov, mira, pa' ti! -siguió Horacio haciendo una peineta con ambas manos delante de la cámara.

-¡Volkov, picha corta! -exclamó uno de los chavales con voz de niño desagradable. Horacio intentaba sonar serio, pero por dentro se estaba partiendo de la risa ante la situación, solo faltaba que viniera Conway y los echara a porrazos.

-¡Volkov, que no te funciona la chiripa! -continuó Gustabo con el juego -¡Graba esto, graba esto! -pidió a la vez que le quitaba el micrófono al calvo y se posicionaba enfrente de la cámara -¡Conway, viejo decrépito, que te quedan dos telediarios, a ver si te jubilas ya! -tras decir esto, le lanzó el micrófono al cámara y salió corriendo junto con Horacio hacia la parte trasera de comisaría.

-¡Cuidado que la cámara cuesta dinero! -gritó Paco comprobando el estado de esta, ignorando a su compañero herido debido al golpe.

Gustabo y Horacio se escondieron detrás de unos arbustos. Una vez que comprobaron que no les habían seguido estallaron a carcajadas, hacía tiempo que no la liaban de esa manera.

Se quitaron las prendas superiores, quedando con el torso al descubierto, y se pusieron los pasamontañas. De esta manera, cuando volvieran a la entrada principal no había forma de que los reconocieran.

Starting Over / VolkacioWhere stories live. Discover now