Shiro.

4.8K 354 70
                                    

—Akaza... —Llame a mi novio que iba entrando con sus amigos universitarios en aquella discoteca que seguramente no cumplía con las normal establecidas y dejaba entrar a cualquiera que quiera pecar en una noche.

—¿Estas bien? Estas muy rara desde que pasaron a recogernos a mi casa —dijo colocando sus manos al rededor de mis mejillas.

—No estoy muy segura de entrar -admití seguramente con una expresión de temor en mi rostro. Una presión en mi pecho nunca me abandonó desde esta mañana.

Las dudas me invaden completamente y con mi mente gritando fuertemente en mi cabeza que me vaya de ahí lo más rápido posible esta ganando terreno. Me hace hiperventilar.

—Oye, oye —beso mis labios logrando calmarme un poco. Abrazó mi cintura fuertemente recargando su frente después. El olor de su colonia impregna mi nariz, su calidez y seguridad invade mi alma relajando mi cuerpo poco a poco. Sedo a sus caricias hasta que quedó totalmente relajada—. No te pasara nada malo mientras yo esté aquí.

Sus ojos y los míos se encontraron podía estar alucinando pero ese brillante cabello rojo combina con el azul perfecto al par de esas pestañas rosadas.

—Vamos amor, no es la primera vez que venimos a una fiesta y al estar a una semana de graduarnos ¿no merecemos divertirnos nosotros dos solos antes de las reuniones aburridas de nuestras familias?

—Tienes razón —admití—. Vamos a entrar.

(...)
Narrador.

Los tragos iban se bebían como agua, los adolescentes o adultos combinados en la discoteca exponiendo hormonas combinadas con el sudor era uficiente para saber que tienes que perderte.

El aire huele a sexo, drogas o cigarros encendidos. La música es exorbitante, no puedes ir encontrá de ella o estar sin hacer nada mucho tiempo ya que te pones a bailar en cualquier momento.

La morena junto a su pareja bailaban con sonrisas bobas en sus rostros, hace mucho que los "amigos" con quienes habían venido se msrcharon dejándolos solos. En cada trago que bebían no se daban cuanta de las sustancias que les daban para dejarlos absortos de la realidad.

Akasa en medio de su trance observaba en cámara lenta como la figura femenina de su novia se movía tan sexy al ritmo de la música que su pantalón se apretó.

El vestido que llevaba dándole un toque tierno y atrevido al mismo tiempo aumenta el deseo de poseerla como ya muchas veces a hecho pero esta vez de forma especial.

Hambriento de querer entre sus brazos a la mujer con quien planea casarse se acerca con caminar felino y una sonrisa sádica dibujada en su boca.

Agarra de manera posesiva sus caderas restregando su erección simulando embestidas como si estuviera bailando.

A ___________ se le escapa un gemido claramente escuchado por Akasa solo dejando que desee más de su ser.

Vuelve su cabello un puño girando su rostro dejando que sus labios se encuentren con torpeza y deseo.

Las personas al rededor se vuelven lentas, la música se oye lejana dejando que esos dos jóvenes adolescentes exploren con sus lenguas la boca del otro en besos húmedos altamente deseosos.

Al separarse recibiendo los sonidos con caras rojas y pupilas dilatadas corrieron a la salida torpemente hasta salir pidiendo un taxi que llevaba su turno de altas horas en la noche.

(...)

La habitación estaba llena de gemidos, el golpeteo de las piernas sobre otras era lo más que podía escucharse.

Senpai •Kyojuro RengokuxReader• [Libro 1]Where stories live. Discover now