Capítulo 4.

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—¡Sanemi! —Grito una mujer de cabellos azules entrando al área de profesores en donde se encontraba su mejor amigo.

—¿Y ahora qué quieres fastidiosa? —Hablo con irritación ante la actitud de su amiga.

—¡¿Qué que quiero?! ¡Zenitsu-kun quedó muy mal cuando le gritaste, baka!

—¡¿Y qué quieres que haga si no es bueno en mi clase?! —Se levanto molesto de su asiento mirándola con el ceño fruncido.

—¡Necio!

—¡Mandona!

—¡Gruñón!

—¡Controladora!

—¡Hijo/Hija de...! —No terminaron de hablar ya que recibieron un librazo en la cabeza por parte de Gyomei.

—¿Se puede saber que están haciendo? —Pregunto el pelinegro cruzándose de brazos. Había transcurrido un mes y se reunieron hoy para pasar las notas, no había nadie más que ellos tres ya que los demás estarían retardados por problemas con el tránsito o dando vueltas a la escuela.

(...)

Kyojuro aparco el auto en el estacionamiento, vio que el carro de _______ y Gyomei estaban ahí, una sonrisa adornó su rostro, bajo a su pequeña del auto caminando con ella al entrar al edificio. Es viernes pero le dijeron a los estudiantes que lo tendrían libre ya que necesitaban pasar las notas del mes logrando tener un fin de semana tranquilo.

Llegó hasta la gran puerta de madera en donde solo la abrió un poco ya que escucho gritos por la parte de adentro.

—¡Se supone que son mejores amigos, no perro y gatos! —Se sorprendió un poco ante la voz de Himejima.

—¡Gomenasai/Gomenasai! —Al escuchar las voces de Sanemi y la nueva profesora su corazón dio un vuelco de felicidad.

Sintió un tirón en su pierna haciéndolo reaccionar, noto como Shiro lo miraba extraño ya que se quedó mucho tiempo parado sin notarlo y su pequeña hija llevaba una cara confusa ya que su papá no termino de entrar.

—¡Ohayo Minna! ¡Espero que la llama de nuestros corazones arda fuertemente al pasar las notas de nuestros alumnos y así poder ayudarlos a mejorar en lo que fallen! —Todos los presentes se le quedaron viendo con gran sorpresa y algo de felicidad, hace meses que no decía sus típicas frases o mostraba una cara diferente que una demacrada o sonrisas forzadas al estar con sus estudiantes.

—Papa... ¿Te sientes bien?

—¡De maravilla hija mía! —La abrazo—, ahora tu y Shiro se pueden ir a jugar. —Le regalo una sonrisa a lo que el niño salió emocionado con la rubia hacia el gran patio trasero de la institución.

—¿A qué se debe ese cambio Rengoku? —Pregunto Gyomei con extrañes y cierta picardía, Sanemi lo miraba con algo de confusión pero recibe una llamada por parte de Iguro.

—Debo contestar. —Da un beso en la frente a su amiga para salir a contestar sin darse cuenta del pequeño tic que le dio por un momento en su ojo al rubio. Himejima se percató de esto dando la escusa que tenía que ir al baño dejándolos solos.

—Es bueno verte feliz —hablo la mujer observando nuevamente al rubio, paso por su lado con una sonrisa sentándose en su escritorio dejando que el olor de su colonia y la fragancia del cabello recién lavado en la mañana dejándolo encantado.

—Todo se debe a ti —dijo sin pensar dejándola boca abierta.

—¿P-Por qué? —Preguntó nerviosa girándose a verlo.

—Tu estadía es muy grata —sonrió—, me alegra tenerte aquí... —la miro detalladamente cayendo en cuenta lo que dijo—... D-Digo que es muy agradable que estés aquí... Si... Solo eso jejeje —rasco su nuca nervioso y con solo verla en el vestido de flores hacia que su corazón estallara.

Senpai •Kyojuro RengokuxReader• [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora