Senpai •Kyojuro RengokuxReader• [Libro 1]

Capítulo 17

Sus manos eran tan grandes que apenas si podía creer que estaban golpeando mis glúteos con fuerza. Cada gemido salido de mi boca era un clara satisfacción mientras era penetrada fuertemente por el rubio.

Hace un momento que comenzamos con la acción. El oral tan placentero que recibí por su indecorosa boca fue suficiente para entender que no me dejaría dormir hasta que estuviera satisfecho.

Me agarraba a las sábanas fuertemente corriendome por tercera vez en la noche ante lo duro que su fornido miembro me azota. Con el alcohol en nuestra sangre el sexo se siente más caliente y rudo como si quisiera dejar en claro a quien debe pertenecer mi cuerpo.

La mirada de Kyojuro fue una muy extitante y depredadora cuando le dije que llevaba ese aparato que me prohíbe quedar embarazada. Mucho es el gozo que reflejan sus acciones al hacerlo sin condon.

—Mierda... —Gruñó de una manera ronca que me hizo sentir todo el espesor de su semen caliente en mi.

Cai agotada con mi cuerpo temblando y sudoroso. El mayor se acuesta a mi lado besando mi espalda recargando su cabeza en su mano mientras apoyaba su codo de la almohada regalándome una sonrisa pecaminosa.

Kyojuro me miró de manera profunda que hizo estremecer mi cuerpo por completo. Espero al rededor de cinco minutos jalando mi cuerpo de una manera tan rápida que pude no reaccionar hasta sentir nuevamente sus caricias en mi piel.

Suspiré quién sabe cuántas veces más ya lo he hecho en el día sintiendo otra vez su miembro erecto. Gemi tan fuerte y agudo como si fuera una adolescente nuevamente teniendo sexo con su profesor.

—Kyojuro... —susurre de manera frágil sintiendo todo su deseo—. No puedo más.

— ¿"Qué no puedes más"? —Río con sorna besando mi cara dejando otra marca en mi cuello después—. Dejame decirte preciosa que no estoy satisfecho. —Dicho esto comenzó a embestirme nuevamente de manera suave descolocando mis sentidos ya que hace rato esto lo hicimos diferente.

—Senpai... —Gemi pasando mis manos por su cabello, al ver su cuerpo tan sudado como el mío.

Su cara dura, sus músculos tensos, la manera en que sus ojos se dilatan por el placer que estamos recibiendo mutuamente es tan sexy que no puedo cerrar mis ojos por más que quiera.

Bese su cuello lentamente enterrando mis uñas en su fuerte espalda sacándole más gruñidos. Apretó mis caderas marcando más fuerte el ritmo logrando que entendiera todo.

—Ya casi llego...

—Yo también —respondí en un débil murmullo sintiendo como sus últimos movimientos hacen llegar a mi cuarto orgasmo junto con su segunda corrida.

Ambos caímos en la cama después de eso, mañana cambiare las sábanas junto a todo mi cuerpo pero por ahora solo quiero descansar en los brazos de la persona que quiero.

Le régale una sonrisa cansada acurrucándome de una mejor forma en su pecho quedando dormida de manera instantánea.