El Destino de Dos Pecadores (Sasuke x Kikyo)

Capítulo IV

Miraba expectante al joven Uchiha, apenas había comenzado a relatar se detuvo un largo momento.

-Sasuke...- llamó su atención al notar que se había perdido en sus recuerdos

El azabache salió de sus recuerdos, notó en Naruto la curiosidad y prosiguió

-Disculpa, me perdí en los recuerdos- bajo un momento la mirada -desperté el día después que llegué a este mundo...-

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Hace 2 años

Su frente se sentía húmeda y fría, su cuerpo se sentía débil y sólo podía ver oscuridad. Sintió la calidez de una mano posándose en su mejilla por un momento, comenzó a abrir sus ojos, de manera borrosa vi lo silueta de un rostro femenino mirándolo.

En cuanto sus ojos lograron abrirse por completo se topó con unos ojos avellana que lo miraban fríamente.

-Al fin despertaste- expresó de manera indiferente la joven mientras retiraba el trapo frío de su frente

-En dónde estoy?- preguntó mientras se incorporaba

-Estás en una pequeña aldea en las tierras del poniente- expresó mientras se levantaba con un pequeño valde de agua en sus manos -debes tener hambre, estuviste un día entero inconsciente. Te dejé un pequeño plato con algo de comida, espero que sea suficiente- la azabache salió del templo dejando solo al Uchiha

El joven trató de asimilar donde estaba, según la joven sacerdotisa se encontraba en una aldea en el poniente, pero qué aldea exactamente?

Su cuerpo se sentía fatigado y notó su apetito en cuanto el olor de la comida entro por su nariz, sus ojos fueron directo al plato, tenía buena pinta y sin más llevó un poco a su boca.

Un momento después, terminó la comida y dejó el plato a un lado, se levantó y se dirigió a las puertas del templo, quería saber dónde se encontraba.

Al abrir las puertas la luz del medio día lo cegó un momento, sus ojos tardaron un poco en acostumbrarse al brillo y encontró un paisaje desconocido, una aldea llena de aldeanos con un buen humor apesar de los heridos y las casas dañadas.

-La señorita Kikyô dice que pronto podré volver a pescar- escuchó a un hombre hablar con otros de manera alegre

-Estamos agradecidos de que la señorita Kikyô esté en la aldea- se acercó una mujer con un bebé en su espalda sonriendo

Kikyô... Su nombre se grabó en su memoria, decidió buscar a aquella joven, quizás ella lograría que él supiera en dónde se encontraba.

-Me diría dónde se encuentra aquella sacerdotisa?- se acercó al pequeño grupo de personas que estaban conversando, dirigiéndose a la mujer que traía al bebé en su espalda

-La señorita Kikyô se encuentra en unas casas cerca de la playa, está revisando a algunos pescadores-

Sin más fue en busca de la joven, se paseo por los caminos que conectaban a las casas y la vio salir de una de estas, con un balde de agua y unos trapos húmedos con olor a hierbas. Sus ojos avellanas no tardaron en cruzar con los de él, con su rostro indiferente comenzó a caminar hacia él.

-Te sientes recuperado?- preguntó al quedarse a unos pasos frente a él, como respuesta vio que asintió

-En dónde estoy?- preguntó enseguida

-Creí haberte respondido anteriormente- respondió extrañada la sacerdotisa

-Me refiero al nombre de la aldea-

-El nombre de la aldea?- la joven lo miró extrañada, no entendía a qué se refería

Sasuke notó la mirada confundida de la azabache, parecía no entender de lo que hablaba.

-Acaso tú...- la joven se detuvo un momento analizando un poco las palabras del joven -dime, cómo es la tierra de donde vienes?-

-Vengo de la aldea escondida entre las hojas, mi nombre es Sasuke Uchiha- habló de manera fuerte y orgullosa

La joven se quedó callada, aquello no hacía más que plantar en su cabeza la idea que tenía sobre el joven que tenía frente a ella, sin mencionar sus ojos peculiares pero su esencia se sentía totalmente humana.

-Me temo que nunca he escuchado de aquel lugar- expresó mirando atentamente la reacción del joven -y creo que nadie en esta tierra sabe algo-

El Uchiha estaba confundido, nadie conocía la aldea escondida entre las hojas? Miró a su alrededor, cayó en cuenta en qué aquellas aldeas se veían muy rurales, nunca había visto una aldea así en sus viajes.

La sacerdotisa notó la preocupación en el joven azabache, y la verdad era que le intrigaba un poco la situación.

-Qué es lo último que recuerdas?- captó su atención con aquella pregunta, el joven meditó un poco antes de responder

-Estaba en la aldea oculta entre las olas, salvando a un niño de ser absorbido por el vórtice y...- se detuvo unos segundos antes de continuar -creo que fui absorbido, después sólo recuerdo despertar aquí- omitió el hecho de que fue su roce lo que lo trajo a la consciencia, no lo considero relevante

El silencio se presentó un momento, el joven miró a la sacerdotisa meditar, notó que parecía tener una idea de qué era lo que estaba pasando y esperó pacientemente.

-Puedo equivocarme- expresó de manera suave -Pero creo que has caído en un mundo que no es el tuyo-

-Cómo?- no entendía exactamente a lo que se refería

-No estoy del todo familiarizada con el suceso, pero sé que hay ciertos portales que conectan a este mundo con otros, aunque parece que no hay un entendimiento real para su funcionamiento- expresó un poco desairada, después de todo aquello le recordaba a su reencarnación. No sabía cómo, pero era consciente de que Kagome no era de este mundo

Sasuke se limitó a escuchar y a tratar de entender lo que la mujer acababa de decir. Acaso era posible? Realmente este no era el mundo que él conocía?

Un fuerte rugido a las afueras de la aldea se hizo presente, ambos giraron la mirada hacia el lugar de donde provenía, la sacerdotisa frunció el seño, un pequeña energía demoníaca se presentó.

-Qué fue eso?- preguntó el joven cuando volvió a escuchar el rugido

La joven sacerdotisa no contestó soltó el pequeño valde que traía, tomo un arco y flechas que estaban en una de las casa y corrió en dirección hacia el rugido. Sasuke no tardó en decidir seguirla.

En cuanto llegaron al lugar el joven se sorprendió al ver a un gigantesco ogro de un solo ojo. "Qué demonios es eso?" Aquella pregunta se paseo por su mente, se sorprendió aún más al ver a la sacerdotisa encarar tranquilamente  al ser monstruoso. "Qué es lo que está haciendo?"

Kikyô preparó su flecha y el monstruo rió al verla.

-Acaso una humana cree que puede matarme- se burló -bien, parece que tú serás mi primera víctima- expresó el monstruo arrojándose contra ella

"La va a matar", pensó el azabache comenzando a correr hacia ella, pero se detuvo abruptamente al notar que ella soltó la flecha y con un destello rosado se impactó en el monstruo, acabando con él.

Sin decir nada la joven sacerdotisa giró hacia él, ahora no tenían dudas, él no era parte de este mundo.

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Hola~!!!
Les traigo la continuación de este fic. Espero que sea de su agrado, me disculpo por la demora pero el trabajo ha estado muy pesado, quizás pueda traer un capítulo cada semana.
Espero comentarios y agradezco sus votos.