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Después volvía a mi casa, mi tía acababa de salir a una misión por lo tanto estaba sola, como dije antes coloque en cada ventana una tabla, de esta forma nadie vería dentro pero aun así seguía intranquila, al final ni un solo rayo de luz entraba a la casa, antes de poder dormir cerraba con candado cada una de las puertas, tenía miedo de lo que pudiera sucederme.

Nunca pensé que con solo compartir ese día con ellos iba a cambiar mi estilo de vida, salía como siempre a pasear un rato o a hacer una misión y siempre me topaba con esos tres, inmediatamente se activaba mi mecanismo de huida lo cual no era para nada fácil, por alguna extraña razón se acercaban a charlar conmigo, y el monstruo siempre ocupaba el lugar a mi lado era como si el supiese que le quería hacer daño y se acercaba para asegurarse que no lo haría.

Por las noches me asomaba por un hueco de las maderas de la ventana de mi habitación y siempre estaba allí en uno de los techos más cercanos, juro que varias veces lo vi mirando a mi dirección, no tenía más opción que bajar al sótano y encerrarme hasta el amanecer el miedo estaba consumiéndome más que antes.

-no dormiste cierto- pregunto su tía al verla poner el lápiz en la taza y escribir con la cuchara

-me estoy muriendo poco a poco- confeso con tristeza- lo vi mirar hacia acá, estoy aterrada

-por qué no te olvidas de...- aventó la taza derramando el café con furia, la miro directamente a los ojos molesta, esperando a que terminara la frase, su tía se quedó callada

Cerro los ojos calmándose o de nuevo le daría un ataque histérico, soltó un suspiro cansado antes de devolver la mirada, no quería hacer sentir mal a su tía, pero aquellos sentimientos eran demasiado pesados y la herida aún estaba sangrando

-si olvidara aquel odio, entonces perdería los deseos de matarle- respondió levantándose para limpiar su desastre

- y una vez que lo logres que harás- pregunto seria, se quedó mirando a la nada sin responder

Nunca fue su intención llegar a ser alguien cercano sentimentalmente siempre mantenía su distancia solo siendo cordial con cada uno, aceptando órdenes y nunca fallando en nada, tal y como sus padres querían ella seria la representación del shinobi perfecto, sin embargo, era imposible alcanzar esa perfección si él seguía respirando

Había logrado ganarse la confianza de los tres hermanos, sobre todo del marionetista se habían hecho amigos en poco tiempo, aunque era más porque la chica le cubría sus errores, llegando a que el castaño la aceptaran como su amiga, siempre preguntando sobre cuáles eran sus sentimientos hacia su hermano.

Sus planes de destruirlo habían comenzado, había pensado en deshacerse de la rubia primero, pero ella era demasiado lista para notar que algo estaba mal, así que la primera víctima sería el marionetista, intento de varias formas deshacerse de él, pero al final no lo logro, veneno, armas incluso trato de ahogarlo en dos ocasiones, pero esto no sirvió de nada, pero para su suerte el idiota no dudaba de ella. 

Heridas (GaaraxLectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora