Alone In The Woods [KookV/ Yoonmin/ Namjin]

Capítulo 4

En su mente solo se podía reproducir una y otra vez aquel estruendoso ruido en sus oídos, su corazón latía a mil por hora, la cabeza le dolía como si un clavo lo martillara, su piel comenzaba a excretar un sudor frío, los temblores en sus músculos eran evidentes y su falta de aliento hicieron que se desplomara e instintivamente se ocultarla debajo de la mesa, esos eran sus ataques de pánico, algo inexplicable hasta para él mismo.

Varios minutos pasaron, para caer en cuenta que estaba sobre un fornido y cálido pecho, aspiró su aroma en busca de tranquilidad y enseguida giró su mirada hacia aquel chico que acariciaba su espalda con parsimonia y charlaba con Jimin.

Una felicidad lo invadió y sus mejillas se volvieron como dos rojas manzanas, se separó poco a poco para mirarlo directamente y con un gran gesto de gratitud decirle "Gracias" tácitamente. Con temor su boca seca solo pudo formular unas significativas palabras —Dime que no fue ella— volteó a ver a Jimin el cual bajo su mirada con tristeza y pena en una afirmación indirecta de su pregunta —Escuchamos su grito.

Un tirón desgarró su interior, en busca de paz unas tibias lágrimas bajaron por sus mejillas dejando salir a flote sus sentimientos, una vez más uno de los suyos había perecido y para peor era la pequeña, el sol de la aldea, aquella que al menos aligeraba su corazón al estar en ese asqueroso sitio. Trató de limpiar sus lágrimas con el dorso de su camiseta mientras hipeaba.

—El día de mañana saldremos para que Namjoon dé la noticia definitiva, aún no sabemos si el peligro pasó— murmuró Yoongi con aplomo. Tomó una manta de la cama y la colocó en el piso con el fin de dormir.

Jimin agarró la mano de Taehyung y con una sonrisa gentil pero forzada lo atrajo a la cama rechinante donde dormirían.

Jungkook por su parte se quedó dormido en el banco al lado de la ventana donde su única vista era el obscuro bosque que se alzaba ante ellos recordándoles con suplicio el infierno que estaban viviendo.


Al día siguiente la corroída y desgastada campanilla sonó anunciando que el tibio y suave amanecer estaba por llegar, al salir de la cabaña ligeros rayos de sol se filtraban por entre las densas nubes que impedía ver el cielo azul.

Los cuatro caminaron hacia el centro de la aldea dónde un gran charco de sangre seca pintaba la tierra, era como un matadero y el olor ferroso era insoportable y nauseabundo, como carne putrefacta, Jimin escondió con asco su cara en el pecho de Yoongi mientras acariciaba su cabello, Taehyung tapó sus ojos con ambas manos impidiendo ver la horrenda escena, sintiendo unos dedos entrelazarse con los suyos.

Yoongi levantó la mirada para observar como el cuerpo inerte de su antiguo compañero Jackson estaba colgado de una cuerda alrededor de su cuello, con sus muñecas cortadas dejando un camino se sangre oxidada que manchaba sus manos de un carmín obscuro.

Alejó su mirada de la horrible imagen frente a él, Namjoon ya estaba ahí y poco a poco se acercaba a ellos con una cara perdida y abatida —Pueden ayudarme a mover el cuerpo... Por favor— pidió con voz entrecortada.

Yoongi y Jungkook con vacío se acercaron para desatar el frío cuerpo sin vida y cargarlo hasta llevarlo a la orilla de la aldea para enterrarlo y despedirse de él.

Cavaron una gran zanja en el lugar con todas las fuerzas que el duelo les permitía, sus músculos temblaron del esfuerzo, el frio aire que recorría el lugar agitó salvajemente sus cabellos llenos de polvo cuando acomodaron con detalle le cadáver sobre la tierra, cubriendo todo rastro de su viveza.

Jimin y Taehyung se abrazaron llorando desconsoladamente, expresando todo lo que sentían, aliviando un poco el pesar de sus pechos, ambos se agacharon colocando un ramo de flores cerca de la entrada al bosque y otro en la cruz de madera que se encontraba clavada en la tierra húmeda debido a las gotas de lluvia que comenzaban a caer.

Alguien debía estar triste haya arriba.

—Él la amaba con todo su corazón, la crio como su hija, no soportó verla irse y acabó con todo— dijo Jin deprimido subiendo su vista a las nubes grises, que junto la brisa ayudaba a que las densas gotas de lluvia impactaran en su rostro.

Dejaron que la tempestad del agua arrastrara el dolor de siete corazones que observaban llorosos y con quebranto los cientos de cruces que se mostraban ante ellos, la fuerte lluvia los empapó, pero era lo menos importante en ese momento funesto.

Si los sueños se lograrán hacer realidad, todas sus memorias cobrarían vida, sus amigos y conocidos aparecerían de nuevo junto a ellos ignorando el cruel destino.

Justo después de la tarde tan horrible Namjoon se metió en el contenedor de metal, dónde el agua tibia relajó cada músculo de su cuerpo, tratando de calmarse y olvidar las situaciones pasadas, mirando al horizonte mientras de nuevo sus lágrimas se mezclaban con el agua donde estaba sumergido, recordando cómo sus antiguos compañeros tenían ilusiones de salir de ese lugar, como líder no había hecho nada más que condenarlos a morir, la presión en su pecho era tan intensa que su puño fue a impactar contra la pared de la vieja tina corroída, pero ¿Cómo salir de ahí si esa criatura repugnante los perseguía a cada rato? la respuesta era simple debía hacer algo.

Todos aquellos caídos en las noches cuando debía estar en sus manos resguardarlos y cuidarlos aparecieron en su memoria, como todas las noches de añoranza y melancolía donde los recordaba, suspiró fuertemente observado en la mesa de madera sucia su brújula vieja y rota, terminando por hundirse totalmente en el agua mientras cerraba sus ojos con fuerza.

Él quería protegerlos aún a costa de su vida y lo lograría, mañana pondría en marcha su plan definitivo, aquel que llevaba planeando desde hace años pero que nunca se animó a hacer por su miedo de que todo lo que amaba se desvaneciera frente sus ojos, por miedo de que él muriera sin poder hacer nada.

Ese era su peor temor, el perder a la persona más importante en su existencia y al parecer ese era la preocupación en la cabeza de todos esa gélida noche.

Gracias por leer.