¿Qué pasaría si tu conoces a un ser llamado Ben drowned y este intenta mejorarte un poco la vida (obviamente a su manera)? Aunque suene loco la idea, eso pasará, Ben esta aburrido y sin saber que hacer, así que, como te conoció, pensó en hacer algo...
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Desperté en una habitación blanca, al principio, solo veía algo nublado, hasta, que empecé a ver más claro, me percaté que tenía la típica ropa de los hospitales, miré con detenimiento mi alrededor, vi a mi madre sentada, que al verme despierta, se levantó rápidamente para luego pronunciar mi nombre.
-¡¿Cómo te sientes, cariño?!- Le miré algo confusa.
—¿Qué me pasó..? No recuerdo mucho..— intenté sentarme en la cama, pero un dolor se hizo presente en mi espalda y pecho, haciendo que soltará un quejido.
-¡No te muevas!- me tumbó en la cama nuevamente. -Acabas de salir hace unas horas de emergencias, ¡Menos mal que me dio por mirar por la ventana!-
—hm... ¿Qué me pasó exactamente..?—
-Pues.. Te encontré tirada en el suelo, mientras sangrabas, alguien te tuvo que disparar, o algo parecido.-
—Un disparo...— intenté recordar, y a lo primero que se me vino a la mente fue Ben —Ben... ¡Ben! ¡¿Dónde está?! ¡Él estaba conmigo cuando me pasó eso!—
Mi madre me miraba curiosa, tenía una mueca intrigada, pero, por sus ojos, parecía que se iba a demorarse en cualquier momento.
-¿Ben? Ben no estaba ahí, cariño..- acarició mi cabeza con suavidad.
—P-pero... El estaba ahí, ¡caí encima suya! ¡No me creo que simplemente se haya ido!—
-Pero, cariño, y- Fue interrumpida por un señor, seguramente era un doctor, que tiene el cabello negro alborotado, lleva un tapabocas blanco que contiene dibujada una sonrisa. Tenía unas grandes ojeras, y apenas se le podría ver los ojos, ya que, su cabello tapaba un poco de estos, por lo cual, no veía muy bien su color de ojo.
-Muy buenas, soy el doctor de esta señorita. Voy a hacerle un chequeo, por lo cual, ¿Se puede ir, señora? Es que, normalmente hago los chequeos solo con mis pacientes.-
-Oh, claro, claro. Yo me marcho. - mi madre besó mi cabeza para luego irse.
-Bueno, bueno, ahora que estamos solos.. Creo que tengo que presentarme; Soy conocido como Doctor Smiley, el doctor que ayuda a los pacientes a aceptar la muerte- se bajó por unos segundo la mascarilla, mostrando una sonrisa un tanto maniática, que ocasionó que me diera un escalofrío.
El lentamente se iba acercando a mi, yo me levanté como pude, para alejarme lo más posible de el, ¡¿Por qué ha tenido que venir el?!.
Con cada paso que yo daba, el daba dos más grandes.
-Oh, querida. No huyas de mi, yo soy la mejor opción, aunque, si no quieres ser asesinada por mi..- entraron de repente dos hombres, eran más o menos altos, uno llevaba una sudadera amarilla, y el otro una chaqueta anaranjada... ¿Espera, ellos no son...?
-Smiley, capturarla.- Dijo el de la chaqueta, para luego que, aquel chico que se hacía llamar doctor, se acercó tan rápidamente a mi, y así golpearme con una bandeja de metal, haciéndome que vea todo negro. . . . . . .
