Capítulo 2

6.2K 467 176
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


SEIS MESES DESPUÉS.



Dos adolescentes de dieciocho años sentían la brisa chocar contra sus rostros y la música a todo volumen en aquel convertible del 47 de color amarillo. Daniel manejaba y Abby estaba sentada a su lado, ambos de mal humor.

—No lo puedo creer. ¿En serio?—murmuró Daniel al sentir el motor del vehículo que comenzaba a dar problemas.

Ambos habían juntos al baile de graduación de último año de su escuela, por lo tanto se encontraban vestidos formalmente. Daniel por insistencia de Abby, le había prestado el vehículo a Ali, sin saber que iba a acabar todo destrozado.

Ambos se asomaron por el umbral del patio delantero del señor Miyagi. El anciano se levantó y salió de su hogar encontrándose con los jóvenes. El vehículo comenzó humear cuando Daniel se detuvo y apagó el radio.

—Ah, niños, debe haber sido un gran baile.—Miyagi notó el rostro de ambos chicos.—¿qué pasó?

—Mejor diga que no pasó. Primero le preste el auto a Ali y le golpeó el guardafangos y no sé qué le hizo al motor, también lo descompuso.—exclamó Daniel bajando del vehículo y entrando a la casa del señor Miyagi.

Miyagi comenzó a observar el vehículo.

—Ah, no te olvides, Daniel. Dice que se enamoró de un jugador de fútbol de la universidad de California.—Abby bufó.—no puedo creer su actitud tan hipocrita, solo le entrega el vehículo a Daniel y se va sin decir nada más que un "Nos vemos, Abby"—hizo una mueca.

El señor Miyagi comenzó a mover algunas cosas en el motor del vehículo.

—Podría ser peor.

Abby soltó una carcajada seca.

—No se preocupe, ya lo es.—Daniel sacó dos pastelitos del paquete en la cocina, una cajita de leche y salió.—anoche me enteré de que le llamaron a mamá de una compañía para ir a Fresno, pasaremos dos meses allá, salimos mañana en la tarde.—le extendió un pastelito a Abby y agitó la leche.

Abby hizo un puchero y suspiró apoyada en el capó del vehículo.

—Parece que nuestros padres se pusieron de acuerdo.—comentó la pelinegra.—mis padres se irán a Nueva York mañana al medio día, me dieron la opción de irme con ellos o quedarme sola. ¡Se van por no sé cuánto tiempo!—reclamó y bufó.—y Daniel estará todo el verano en Fresno. Esto apesta.—murmuró.

—Con razón estuviste extraña todo este tiempo.

Daniel bebió de su leche y pasó un brazo por el cuello de la chica, besándole la mejilla.

—Tranquila preciosa, dijimos que hablaríamos todos los días.

Abby envolvió sus brazos en la cintura del chico masticando su pastelito. Daniel le extendió la leche y esta bebió.

𝐊𝐀𝐑𝐀𝐓𝐄 𝐊𝐈𝐃 II ─ daniel larusso ⒉✓Where stories live. Discover now