Capítulo Cuarenta y Cuatro: Humillación y engaño P.1

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Aaron mantiene nuestras manos entrelazadas mientras caminamos hacia el gran auditorio

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Aaron mantiene nuestras manos entrelazadas mientras caminamos hacia el gran auditorio.

La puerta está aporreada de gente ingresando a como de lugar.

Algunos grupos se giran a mirarnos mientras hablan entre ellos por lo bajo. La atención que Aaron y yo recibimos siempre es la misma, pero lo raro aquí es que algunas de esas miradas transmiten pena. Nunca nos han mirado con pena, todo lo contrario. Esos ojos chispeaban de envidia por desear tener lo que nosotros tenemos.

《Patéticos》No es momento de perder el tiempo pensando en ello. Seré nuevamente condecorada como la mejor de esta Universidad, debo enfocarme solo en eso.

Aaron manda a volar a un grupo de idiotas que estaban ocupando los primeros asientos de la fila central. Tomamos asiento mientras esperamos a que de inicio la ceremonia.

—¿Me veo bien?—le pregunto mientras acomodo mi cabello a los costados. Aliso mi blusa y sonrío.

—Bien es solo una pequeña y estúpida palabra para describir algo simple. "Bien" no va contigo.

—¿Entonces que señor intelectual?

—Yo diría—se toma su tiempo como si realmente estuviera pensando en algo muy interesante para decir—Despampanante. Tú, mujer, eres despampanante sin siquiera esforzarte en ello.

Alarga su mano y pasa el dedo pulgar sobre mi mejilla frotando despacio.

—Me importas tanto...—comenta dejando la frase incompleta suspendida en el aire.

—Es porque me amas.

—Lo hago nena, te amo. Haría lo que fuera por verte feliz y mantenerte a salvo.

—Y yo haría lo que fuera porque siempre me mantengas adicta a ti y a tus orgasmos de oro.

—Hablando de orgasmos...—baja su mano hacia mi cuello y aplica presión al mismo tiempo que me acerca más a él—Esta noche celebraremos esa mente tan brillante que tienes con muchos orgasmos. Tendrás el paquete completo nena; dedos, una boca hambrienta y mi polla siempre dispuesta.

Sonrío sobre sus labios ante tan apasionada promesa, lo beso brevemente y vuelvo a acomodarme en mi asiento.

Pasan unos segundos y aparece Ryan llegando completamente solo.

《¿Qué va mal aquí?》Daysi siempre es la primera en llegar a estas ceremonias. Sin embargo, brilla por su ausencia.

—¿Nuevamente ganarás y presenciare el aburrido discurso en donde hablas y hablas y no dejas de hablar de lo perfecta que eres Dakota? Porque de ser así mejor me voy.

—¿Y si mejor te vas a la mierda y te cuestionas porque tu pene solo mide 16 centímetros? Bastardo.

—¿Quieres que te lo...?

La mala de la novela©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora