13.

323 49 306
                                    

Los veranos en Grecia siempre eran calurosos pero parecía que ese año decidió ser el doble. Mal momento para que Shion también se decidiera a venir con ellos a ese país.

- ¡Me estoy asando!

- ¡Genial! Borrego asado.

Zaphiri no pudo aguantar la risa que le dio el comentario de Krest, estaba seguro que se le salio sin querer, o que le sol le estaba afectando tanto que se le estaban derritiendo las neuronas. Aunque eso ultimo no era tan descabellado, desde que habían llegado a Atenas lo veía algo sonrojado y sudaba de mas.

- ¿Te sientes bien?

- No, siento que me derrito.- apoyo su cabeza en el pecho del otro- ya quiero llegar.

¡Alerta roja!

Sonó en su cabeza, un enanito con insolación no era muy lindo de ver. Krest enfermo refunfuñaba mas de lo normal y que estuviera diciendo estupideces como la de Shion era una prueba de que no estaba del todo bien. Coloco una de sus manos en la frente del otro encontrandola caliente.

- Lo siento mocosos se suspenden los paseos de hoy, mañana si quieren.

Ambos jóvenes lo quedaron mirando raro hasta que se dieron cuenta de la forma en la que sostenía a su francés.

- ¿¡Que le paso!?

Dégel casi se infarto de ver a su mamá tan mal, su amigo no tardo en seguirlo. Solo pudo decirles lo que él mismo sabia, era mejor que por ese día descansarán ya mañana podrían recorrer el lugar con calma.

Zaphiri decidió rentan un auto en vez de esperar un taxi era más seguro para su enanito, pero tenia un problema ¡Krest no quería soltarlo para nada! No podría manejar con él de esa manera  y ninguno de sus mocosos tenia licencia aún. Tuvo que separlo de su cuerpo sin importar la forma y pedirle a Dégel que se ocupara de él hasta que llegaran a la casa.

Una vez en ese hogar que les dejo Itia, pudieron estar más tranquilos pero no lo suficiente. Dégel daba vueltas de un lado a otro en la biblioteca que fue instalada ahí poco después de que falleciera su bisabuelo, desde ese día a cuidado esos libros como si fueran un verdadero tesoro.

- Calmate, ¡Vas a hacer un hoyo en el piso!

- Pero es que, me preocupo. No se enferma muy seguido y cuando lo hace es fuerte como ahora.

- ¿Y si salimos por aquí cerca? Para que despejes la mente, tu papá no se va a enojar ademas ya tenemos 16. No nos pasara nada.

- Si algo pasa sera tu culpa.- lo apunto con un dedo.

~•~

Una vez fuera de la casa comenzaron a caminar para que Shion conociera un poco del lugar en el que se encontraba, miraba entretenido a su amigo, su papá muchas veces le dijo que creyó que terminaría con Shion como pareja, también lo imagino pero ese borrego tenia el ojo puesto en un tigre miniatura. Al principio sintió como si lo estuviera cambiando por Dohko pero con el tiempo se le paso.

Siguieron caminando hasta llegar a un pequeño mercado no muy lejos de su casa, a ese lugar acompañaba a su mamá a comprar desde que era pequeño, creía conocerlo completo pero cada año tenia algo nuevo que llamaba su atención y esta vez no seria la excepción, solo que no seria una cosa lo que lo cautivaría sino una persona.

- ¿¡Por qué no había venido antes!? Esto es hermoso.- Shion daba vueltas por el lugar como un niño pequeño.

- Por flojo.

Casualidad.Where stories live. Discover now