Casualidad.

3.

Con el paso de los años se dio cuenta de que a su enanito bello era muy difícil ocultarle cosas, especialmente cuando le dolía algo o guardaba algún secreto, por lo que aprendió a fingir sus dolencias mejor que un actor profesional,  más de una vez sus técnicas le habían funcionado, pero no estaba seguro si correría con la misma suerte esta vez ¡Le dolía hasta el pelo! Cualquier movimiento sentía que se le partian los huesos, tal vez exageraba y mucho pero así los sentía.

Estaba bañándose cuando escucho el grito de Krest, su pareja entro corriendo al baño.

- ¡Bicho del demonio ¿Porque no me despertaste!?

- Pero si es temprano.- corrió la cortina sin importarle mostrarse desnudo frente al otro, total lo había visto así varias veces, no había parte de su cuerpo no conociera, si le gusto verlo sonrojarse de todos modos- bueno en realidad, ni siquiera vi la hora.

- Zaphiri, son los 11 de la mañana, mis clases empiezan en media hora, las tuyas ya comenzaron.

Se quedo callado unos segundos, mirándolo fijamente analizando esas palabras y su rostro serio, con cada segundo podía ver que se enojaba un poquito más.

- ¡Nah! No es la primera vez que me quedo fuera de una clase.

Siguió bañándose como si nada. Por  un lado eso le servia podía poner en marcha el plan para que su enano no se diera cuenta de sus dolencias y que el día anterior le dieron una paliza, varios de sus compañeros y conocidos lo fueron a ver a esa pelea, Krest no hablaba con la mayoría de ellos por suerte.

- Agradece que vivimos cerca, sino te dejaba en abstinencia.

- Ay vamos, mi enanito bello. No duras ni una semana sin chaka chaka.

Alcanzo a esquivar un jabón salvaje que iba directo a su cabeza, antes de que pidiera decirle algo solo vio como Krest se vestía de forma rápida para no perder su clase, ni desayuno tomo.

Le llevaría algo para comer no quería aguantarlo con un mal humor mucho  mayor al que estaba acostumbrado. Ahora tenia el tiempo necesario para hacer su misión suicida, se había salido con la suya en la primera parte pero nada de le aseguraba después.

Cuando llego a la universidad, se paseo como si nada incluso saludo desde la ventana a sus compañeros que estaba en clases, vio que el profesor le gritaba algo pero ni caso le hizo. Se paso toda la hora hablando con la gente que podía delatarlo.

- ¡Zaphiri!

Sintió un cuerpo caerle encima, no era otro más que Hakurei.

- ¡Sale de encima que pesas más que Francisca!

- Que tu primo no te escuche hablar así de su novio.- termino en el suelo por culpa de un empujón.

- Aeras no me asusta.

Se sentaron los dos en el pasto, Hakurei era otro que se saltaba clases, es un año mayor que él y por sus contantes "escapadas" terminaron conociéndose y siendo amigos.

- Oye dile a tu borrego que no le cuente nada a mi enano, no lo quiero preocupado todo el día o semana.

- ¡Pero si esa pelea fue épica!- casi se le tira encima de nuevo- ese derechazo que el
otro tipo no vio venir y que te dio el triunfo ¡Merece ser contado!

Basto una mirada para que se arrepintiera de gritarlo a los cuatro vientos, sabia que si lo decía ese mismo derechazo le llegaría a él,le envío de inmediato un mensaje a Avenir que omitiera detalles de la pelea que pudieran preocupar al enano.

~•~

Todo resulto como lo planeo, por un milagro o porque algún dios se apiadó de él su francés no se entero de nada, o es creyó. Los días viernes coincidían sus horarios con los de su primo y no tenia ni la menor idea de que el día de la pelea Aeras había estado presente y su pareja también.

- ¿Como estas de los golpes bicho?

- ¿Golpes?- la sola mención de eso lo puso nervios ¡Krest estaba a su lado!

- ¡Claro! El sujeto ese te dio unos bueno, dudo que no tengas moretones.

- ¡Zaphiri!

¡Mamá gallina había despertado! En menos de lo que se imagino ya tenia a su pareja preguntándole un montón de cosas, que si algo le dolía, si le había sacado sangre, revisando que aún tuviera todos sus dientes y eso que lo había hecho ayer también. Le dio una mirada de odio a su primo, el que entendió que era mejor correr por su vida.

- ¡Voy a golpearte caballo del demonio!

Francisca sostuvo a Krest antes de que siguiera esos dos, los conocia lo suficiente para saber que esos golpes no llegarían y que seria Aeras el que terminaría en el piso aplastado tal vez con una llave en el brazo pero nada más.

Tal como lo pensó, en menos de un minuto estaba los dos dando vueltas en el piso, pero más que una pelea parecía un juego de niños.

- Aeras madura.

- Torito de mi vida...

- ¡Madurar es para las frutas!

Zaphiri le gano lo que iba a decir para luego morderlo en venganza por arruinarle su plan de no preocupar a su cubito de hielo.

Adolorido y todo pero podía seguir haciendo estupideces sin ningún problema eso quería decir que estaba mejor de lo que pensaba, eso era más que bueno, tal vez se llevaría un buen sermón por bajar la guardia a la hora de los combates, pero de esos no pasaría.

Ya en su departamento Krest lo quedo mirando con los brazos en las caderas.

- Estoy listo para mi castigo.- se sorprendió al sentir sus brazos rodearlo con fuerza.

- Tonto.

🍎

Plan casi perfecto xd.

Para los que no conocen a Aeras de Sagitario y Francisca de Tauro aquí se los dejo 😉

ScorpioNoMilo 💕