Juguetes, pañales, babas y problemas. ¡El escenario perfecto para un dulce e inocente amor entre un mago-ladron y un detective!
[AU] [Kaishin/Shinkai]
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El arte de la portada le pertenece a @mooooon_day
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Disclaimer: Detective Conan y sus personajes son propiedad de Gosho Aoyama.
Advertencia: Fanfic de genero Yaoi/BL con AU, ooc, bebés, problemas, peleas, malentendidos y romance.
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El frío viento mañanero se filtró por la ventanilla del automóvil en movimiento y golpeó el rostro de Kaito. Despeinando su cabello y estremeciendo todo su cuerpo. Sus mejillas y la punta de su nariz se tiñeron de un bonito color rojizo.
Observando la hora en la pantalla táctil de su smartphone, un vago suspiro escapó de sus finos y resecos labios junto a una pequeña nube de vaho.
07:48 am. Era hora de ir a trabajar.
Bloqueando la pantalla de su smartphone, Kaito se estremeció nuevamente al sentir como el frío viento de la mañana golpeaba su rostro.
El amanecer estaba en pleno apogeo, los brillantes rayos del sol alumbraban todo a su paso y el claro cielo se veía hermoso. Las blancas y esponjosas nubes junto al cantar de los pájaros lo relajó.
Kaito observó con desinterés el paisaje en movimiento y rápidamente el rostro de cierto detective, de ojos azules, llegó a su mente. Una sonrisa se formó en su rostro.
El día anterior había sido como ir en una montaña rusa de emociones. Su día se vio arruinado al mediodía y luego mejoró por la tarde, cuando Shinichi lo sostuvo entre sus brazos y le brindó apoyo con Hikaru.
Aquello era algo que definitivamente no podría olvidar. Los delgados pero firmes brazos de Shinichi alrededor de sus hombros, la calidez de su pecho y el dulce aroma de su colonia.
Ser mimado y reconfortado por Shinichi fue algo que Kaito nunca espero, pero estaba agradecido de experimentar. Tan amable, cálido y encantador.
Kaito se sintió tan cómodo a su lado, en aquel momento de vulnerabilidad, que no pudo evitar ocultar su rostro en el hombro de Kudo y soltar un par de lágrimas. Era vergonzoso recordarlo ahora, pero no se arrepentía.
Él realmente había estado necesitado de cariño y apoyo. Su trabajo era pesado y teniendo a la prensa en su contra el estrés se mezcló con el miedo, abrumando su mente.
Kaito llevaba cargando sentimientos y pensamientos deprimentes desde hacía un par de días. Embotellando y ocultando sus pesares de todo el mundo, llegó a un punto de quiebre donde solo podía sentirse inutil.
Se sintió culpable por huir del trabajo, por causarle problemas a Aoko y por ser tan impulsivo. Creyendo ser una carga, quiso abandonar todo y simplemente desaparecer.
Sin embargo, cuando vio el rostro de Shinichi y sintió su cálido cuerpo cerca del suyo, todo se desvaneció. La tristeza, el dolor y el pesar. Todo se derritió y salió de su corazón dejando en su lugar una dulce sensación de confort.
«Me gusta»
Su mente divago entre aquellos nacientes sentimientos.
