Suerte en el amor

Fortuna 2

Inicié una relación a escondidas con mi alumno Syaoran Li. Han pasado dos semanas después de formalizarlo, pero es como si todo siguiese igual. Nuestros encuentros son la escuela y únicamente en la clase de la cual estoy encargada. Justo en este momento me encuentro en la sala de maestros esperando que inicie otra clase y por supuesto pensando el porque de mi decepción.

Él fue el que empezó esto. ¿No se supone que todo debería ser algo diferente? ¿Qué es lo que espero que suceda?

Revuelvo mi cabello. Me siento como una adolescente y estoy lejos de ser una ya. Abro el cajón y veo un manga erótico que me compré.

"Mi alumno y yo hacemos XXX" de solo leer el titulo siento pena y no puedo creer que lo haya comprado, me deje llevar. Observo alrededor para asegurarme de que nadie más vaya a entrar.

Sí, lo compré y no me siento capaz de leerlo. Pero tal vez pueda venir alguna respuesta.

A medida que lo hojeo me identificó con la protagonista; una mujer adulta la cual se ve afrontada por un alumno de su escuela.

Bien, la historia es tierna.

A medida que avanzo llego a escenas de sexo explícito. Siento como la sangre se acumula en mis mejillas y me sonrojo al leerlo. Y más que sea por el recurso visual es solo imaginarme que estuve a punto de hacerlo con Li.

¿Cómo se sentirá?

Me sorprendo del alcance de mis pensamientos y doy palmadas en mis mejillas.

No. No. No. Eso es imposible, es menor de edad.

Pero de nuevo mi mente me juega una mala broma y logro recordar como lucía su dorso al desnudo y su mirada penetrante.

¿Duraremos tanto para lograr hacerlo?

Y como si se tratase de esconder el más peligroso de los objetos alguien abre la puerta y en cuestión de segundos oculto el manga debajo de mis brazos y veo quien es la persona que acaba de entrar. Es nada más y nada menos que Syaoran Li con los cuadernos de la clase en mano.

Diablos. Diablos.

—Hola. —Cierra la puerta enseguida.

—Hola. —Sonrío para mantener la calma. — ¿Qué te trae por aquí?

Idiota, es obvio que trae los cuadernos.

—Vine a dejar los cuadernos de la clase. —Camina a mi escritorio y deja caer la pila de libros. — ¿Qué pasa? Parece que he interrumpido algo.

—¡No! Para nada. —Continúo sonriendo. —Gracias por traerlos, puedes retirarte.

Parece que mis argumentos no fueron suficientes.

—¿Qué es eso?

—¿Qué cosa?

—Eso que escondes bajo tus brazos.

—Oh. —Tartamudeo. —Es un libro de matemáticas.

—¿Y por qué lo escondes?

—N-No lo estoy escondiendo. —Por favor que se vaya ya. — Ya deberías de volver al salón, la campana pronto sonará.

—Con que es así...Bueno entonces me iré.

—S-Sí, que te vaya bien. —Suspiro de alivio

Syaoran se detiene en la puerta y veo como le coloca el seguro.

—¿Qué estás haciendo?

—Pensé que deberíamos tener un momento a solas, hace mucho que no platicamos. — Cuando me sonríe puedo ver sus oscuras intenciones. — Además, me gustaría que me enseñaras las "técnicas" de tu libro de matemáticas.