Fortuna 4

338 28 14
                                    

Han pasado tres días desde que lo vi marchar con su ex novia. Aquello sucedió el lunes y hoy viernes, es día en que no entablo una conversación con él. Varias veces, después de clase, ha querido charlar conmigo, pero me escondo en la enfermería y Tomoyo me cubre no dándole información mía. Mensajes y llamadas, sin embargo, no los he devuelto.

No estoy molesta, al contrario, quisiera pasar más tiempo con él y no solo intercambiar miradas en las clases es solo que mi misma inseguridad me hace evitar los problemas y no quiero tener esa conversación preguntando todo sobre "ella" no ha pasado ni un mes y dejo que mis temores me invadan. Es cierto, en mi anterior relación también lo hacía, le daba mil vueltas al asunto y jamás daba mi punto de vista, todas las palabras tragadas se fueron a algún lado.

Es viernes, hoy los alumnos tienen actividades de club y antes de irme a casa estoy con mi mayor consejera amorosa, mi gurú en el amor; La doctora Tomoyo.

—¿Por qué no le has devuelto las llamadas? —Me pregunta con los brazos cruzados, en su silla giratoria.

—No quiero hacerlo...—Mi desanimo es evidente.

—Pero solo le vas a preguntar sobre ella.

—Eso es exactamente lo que no quiero. No quiero que piense que soy una tímida adolescente en el cuerpo de una mujer de 27 años.

—Estás actuando como una. —Observa el reloj de la pared. —De seguro ya se fue a casa.

—Quizás ya se harto. —Me encojo de hombros. —Y nuestra relación ya terminó.

—¡Sakura! —Arrastra la silla de ruedas para llegar a mí. —No podrás dejar de imaginar cosas si no hablas con él. A como me has dicho, es un hombre muy sincero. Si estuviera jugando contigo no lo haría, en este lugar. Todos estos días me ha fastidiando con saber de ti, yo como buena amiga me abstengo de no decirle algo más. ¿Acaso no escuchaste su voz?

Tiene razón, hace unos minutos Syaoran vino aquí a preguntarle a Tomoyo por mi y yo me escondí en una de las camas. Mi corazón latía tan fuerte al saber que estaba tan cerca.

—He querido hablarle, pero me he comportado así y no tiene sentido que le responda.

—Lo único que no tiene sentido es que él vea a su ex novia. —Pone los ojos en blanco. —Solo le hablas a tu ex para dos cosas.

—¿Cuáles?

—Devolución o sexo.

—¡Tomoyo! —Reclamo.

—Es broma, es broma. No es tu caso. —Toma de mis manos. —Si de verdad crees que algo bueno puede salir de su relación, arregla las cosas, abre tu corazón y estoy segura que él te escuchará.

—¿De verdad lo crees?

—¡Por supuesto! —Me anima. —Puedes ir... al restaurante de su familia, te verá de sorpresa y se impresionará por tu iniciativa. Hazlo.

—No creo que sea correcto ir.

—Su familia no sabe que eres su maestra, para ellos serás una comensal ordinaria.

—Ah. —Suspiro. —Lo intentaré, pero no prometo nada.

—Esa es mi chica.

-0-

No puedo creer que este aquí.

Seguí el consejo de Tomoyo y estoy a unos metros del restaurante familiar, antes de venir, llegué a casa para cambiarme y ponerme ropa no llamativa, espero y esta sudadera me haga ver como una clientela común. A esta hora, él ya debe de estar en casa y a como me ha contado, ayuda en el negocio. Me armo de valor y entro al lugar.

Suerte en el amorWhere stories live. Discover now