Mi fantasía

Vidas normales

A pesar de todo, Annie aceptó vivir en el mundo humano por un tiempo, aunque dio la advertencia de que decidiría irse algún día. Su padre no podía estar solo del todo.

Armin igual lo aceptó, aunque rogaba internamente que ese día tardara bastante.

Ese día regresaban a la casa oficial de Armin y su madre, Máx ya había regresado después de 3 semanas.

Dejaron todo en buen estado y se retiraron. Llegaron y saludaron a la señora Arlert. El chico busco a su amigo pero no lo encontró.

Armin : Mamá, ¿Dónde está Eren?

---- : Dijo que iría de visita con sus padres   respondió

Sintió algo triste, la soledad que ahora experimentaba Eren era muuy grande pero al menos cuando volviera ambos amigos estarían juntos.

Volvieron a instalarse en el cuarto de siempre. Annie se dejó caer en la cama que era más grande, la echaba un poco de menos.

Annie : ¿Y no le incomodará a tu madre que yo esté aquí?   Lo miró recostada

Armin : Lo dudo, le caíste muy bien, dijo que eras bastante agradable  sonrió al decir lo último

Annie : ¿Eso es bueno?    se levantó

Armin : Por su puesto que sí     sonrió

Volvió a recostarse y miró el techo.

Annie : ¿Alguna vez has pensado en colocar estrellas en el techo?    preguntó sin separar siu mirada de la estructura

Armin : A veces, ¿Te gustaría que así fuera?

Annie : Lo pregunto por si te gusta la idea para ti, a mi no me molesta, para mi, los plancton son como mis estrellas    sonrió al recordar

Armin : Se ve que echas de menos el mar no?   Dijo en tono triste, casi desvanecido

Annie : Sí, pero no hay necesidad de que pongas esa cara, aunque me vaya mil veces, esas mil veces regresaré contigo   comentó y lo besó para calmarlo un poco

Armin : Te creo, confío y sé que lo harás   sonrió

Annie : Me gusta que digas eso    correspondió su sonrisa

Annie : De verdad que eres adorable

Armin : Tú me volviste así, de eso no hay duda    aumentó un poco más su fuerza

Annie : Y así te dejaré siempre; ¿Y si mañana vamos a la ciudad?  Cambio el tema

Armin : Me parece bien, por fin tendremos los días de aquí en adelante sólo para nosotros  entrelazó sus manos

Ambos compartieron un momento de un silencio romántico que los hizo abrazarse y recostarse en la cama, esperando que el sueño los arribara.

Annie : Te amo, a pesar de cada situación   se pegó más al poco del chico

Armin : Yo igual, aunque con más fuerza   contestó acariciando su cabeza.

Siguieron abrazados, esperando, mientras el simple placer de dormir los consumía cada vez más.