Mi fantasía

"Amigos"

Llegó de nuevo a casa, dejó la comida en una jaula para cuando quisieran comer, cuando iba a traer más sus amigos la detuvieron, tomándola de ambas muñecas.

Pieck :  Annie...¿Podemos hablar?   Preguntó algo desanimada, triste

No contestó de inmediato, sólo se les quedó mirando con frialdad.

Galliard : Por favor  insistió

Annie : De acuerdo ¿Qué pasa?  Se acercó y cruzó sus brazos sin quitar la mirada fría

Bertroldth :  ¿Por qué estás tan alejada de nosotros? Tampoco te acercas a jugar   la miró extrañado y triste

Annie rodó los ojos para después detenerse a explicar.

Annie : No creo que sea bueno continuar con nuestra "amistad"   hizo énfasis el la última palabra

Todos la miraron sorprendidos y con dolor, Annie quería acabar sin amigos?

Pieck : Entiendo que estés enojada, pero esto...?

Annie : Lo digo en serio, Pieck, no creo que sea necesario tener amigos si nunca intentan ayudar aunque sea una vez    justificó para después darles la espalda, lista para irse

Reiner : Tu padre es algo difícil de convencer e incluso de charlar pero bueno, el orgullo se hereda   dijo mirándola con resentimiento

Annie : Como sea, no los necesito  dijo volteando un poco

Pieck no aguanto esas palabras y se alejó pocos metros para poder llorar en paz, Galliard se molestó y se acercó a Annie, haciéndola voltear del todo.

Galliard : Te arrepentirás de haber hecho llorar a mi hermana

Annie : Lo sé   en ese momento dejó mostrar una mirada demasiado sincera y culpable, confundiendo al chico.

Eso de alguna forma lo molestó más y fue a ver a su hermana. Reiner y Bertroldth comenzaron a alejarse, tristes y algo decepcionados de...sí mismos y de Annie.

Un sonido grave, metálico y profundo llamó su atención, venían de la superficie. De la nada, dos tubos anchos entraron y comenzaron a lanzar una gran cantidad de contaminante y químico que asustó a los siete.

Reiner y Bertroldth se escondieron en la arena para no ser arrastrados por la fuerte corriente.

Galliard tomó la mano de Pieck y se anclaron a un coral enorme, sin embargo a Annie no le dio tiempo de reaccionar tan rápido, no había algo cercano a donde anclarse, decidió entrar a su casa pero la corriente la llevó antes de que llegara.

Pieck : ¡Annie!  La llamó pero Galliard tapó su boca y nariz, no debía respirar eso.

Por la angustia respiró y tragó esa agua, lo que la asfixió y la dejó inconsciente mientras la corriente la seguía arrastrando.

Las personas presentes en la playa quedaron estupefactas al ver a tales empresarios irresponsables y descarados que no les importa dañar su mundo y el marino.