Mi fantasía

La verdad

Pasó el día, formalizaron un poco más su reacción, Annie siempre tenía la iniciativa de los besos y los abrazos. Le gustaba estar con el y ahora que ambos están casi con el mismo sentimiento, es aún más comprensible su actitud.

Armin era, por ahora, el más nervioso de los dos, y tal vez se entiende, jamás estuvo con una chica anteriormente. Y pensar que ella lo haría sentir lo que nunca pensó.

Por otra parte, Pieck comenzaba a ir al muelle unas cuantas veces para ver a su amiga.

Platicaban tanto de cómo estaban como de Armin; lo que le llamaba la atención es que de verdad era amor lo que sentía su amiga, contaba todo lo que sentía tanto cuando está con él que cuando se besan. Su rostro se sonroja muuucho y eso le hacía sonreír a Pieck.

Pieck : Me alegra verte feliz con él

Annie : ¿Qué te digo? Es demasiado lindo y me protege como no tienes idea  suspiró sonriendo

Pieck : ¿Cuánto llevan aquí?  Recargó sus brazos en el muelle y miró el gran faro

Annie : Casi una semana

Pieck : Y al parecer su relación progresa no?

Annie : Sí   desvió  un poco la mirada mientras sonreía

Pieck : Me gusta verte así, bueno, ya...debo irme

Annie : ¿Vendrás mañana?   Preguntó sentándose en la orilla del tablón

Pieck : Pasado mañana, no puedo levantar sospechas, tu padre sigue tenso y bueno...no será tan seguido

Annie : Está bien, nos vemos  sonrió

La sirena se marchó y poco tiempo después Armin llegó, sentándose al lado suyo. Abrazándola por los hombros.

Armin : Pensé que estabas en el cuarto, ¿Qué haces?   Miró el horizonte junto con ella

Annie : Observando...y recordando aquellos días en los que....  guardó silencio y bajó su mirada  - ¿De verdad amas tanto al mar?   volvió a mirarlo pero ahora con tristeza

Armin : Pues...sí, por eso nos mudamos aquí hace mucho tiempo ¿Por qué?  se separó un poco de ella para mirarla bien

Annie : Porque necesito que consigas ayuda profesional o especial... se levantó y esperó a que él también lo hiciera.

Armin : ¿Por qué?  Preguntó más angustiado ahora

Annie : Te mostraré  dijo y se acercó tomándolo primero por los hombros y luego de su rostro  - ¿Confías en mi?

Armin : Sí...  contestó

Ella sonrió por dicha respuesta y unió sus labios en un beso. Comenzó a guiarlo junto con ella hasta que cayeron al agua. Tres segundos después se separaron.

Annie : No te preocupes, aguantarás por más tiempo la respiración y tendrás una vista más clara  dijo y le tendió la mano, el chico la aceptó

Comenzaron a alejarse del muelle, el chico admiraba cada detalle de la profundidad marina. El agua azulada, los peces, corales, la arena. Era hermoso. Cada animal que conocía aparecía frente a ellos hasta que la vista se arruinó por completo.

Los ojos del chico se contrajeron e inevitablemente sintió una opresión en el pecho horrible. Algunas lágrimas salieron de sus ojos, mezclándose con el agua salada.

Annie : Ahora dime...Armin, ¿El mar es bonito?  Dijo igual con lágrimas en los ojos

El chico la volteó a ver y sintió algo tan terrible. Ella tomó un vaso de plástico que se encontraba ahí y liberó a un pequeño pez que quedó atrapado ahí. El cual al salir nadó lejos de ahí.

Annie : ¿Crees que esto es bonito?  Volvió a preguntar para luego voltear hacia atrás   - Y si te das cuenta, no estamos tan lejos del muelle   dijo y miró hacia arriba, el techo de basura que los cubría en ese momento   - ¿Crees que es justo?  Su voz cambió a un tono triste y roto

Volvieron al muelle y salieron del agua, sentándose en los tablones del mismo. Notablemente Armin tenía un horroroso shock , combinado con la tristeza y la decepción.

Armin : Annie....

Annie : Nos están matando...y nadie hace nada, mi mundo y tú mundo se están muriendo y a las personas no les importa...por favor...encuentra a alguien que haga las cosas, tal vez los barcos no importen, ni los aviones pero...la basura? Y los drenajes? No es justo   lloró aún más, tocando su pecho y tallando sus ojos ya que ardían por las sustancias que ahí arrojaban   - ¿Tú por qué crees que las ballenas, tiburones o cualquier animal marino amanece fuera del agua?   preguntó con dolor.

Ambos quedaron en silencio, un silencio trágico del cual era difícil reaccionar.