Capítulo 14 (Final)

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Si decimos la guerra había culminado, estaríamos mintiendo. Más que culminar, fue un genocidio en toda expresión. Pueblos contra pueblos, disputas por la soberanía de las naciones, falta de recursos y (lo más significativo) la liberación de Paradis hacia el mundo. Un mundo completamente nuevo en el cual quedaba con vida la mitad de su población originaria.

¿A qué nos referimos con eso? A Eren Jaeguer.

Cumplió su palabra y se vengó de todo aquel que apoyara al pueblo de Marley; y como ocurrió en tiempos anteriores, cayeron muertas personas inocentes.

Así era la guerra; un desbalance total entre los inocentes y los verdaderos culpables. Esas cuestiones habían quedado guardadas en el fondo de la consciente de Eren; consciencia que se perdió en medio de las transformaciones y en medio de la sangre que se desparramó por el campo de batalla.

Así como se perdieron vidas, se perdieron motivaciones y hasta honores. Acá es donde entra en juego la dignidad de Levi Ackerman.

El capitán perdió un ojo y dos falanges intentando retener a Zeke. Eso no fue lo único que perdió, también se le desvanecieron las motivaciones y la poca vitalidad que tenía mientras descansaba en una carreta de madera con el fin de recuperarse. Dedujo por si mismo que la guerra también le había dejado una notable cicatriz en la cara mientras Hangie lo cocía, limpiaba y cuidaba.

No supo cuántas veces perdió y recuperó la consciencia estando en ese estado tan peligroso. Muchas veces creyó estar ya muerto o delirando, porque cada vez que recuperaba la consciencia, se encontraba con personas que creía muertas o al menos en el bando enemigo.

Así su cabeza divagó en lo que Levi apostaría como 2 meses.

Para cuando pudo mantenerse sentado en la fría madera y no escuchó disparos y gritos a lo lejos, supo que estaban en una indefinible calma. Divisó un fuego pequeño con algunos de sus reclutas sentados alrededor. Le dolía absolutamente todo; desde la falta de sus miembros y media vista hasta la espalda y los pulmones. .. Era cierto, Hangie le había comentado que lo sacó de un lago con barro. Dedujo que era por eso que sentía la opresión doliente en su pecho a la hora de respirar.

Le esperaba una larga recuperación; eso ya lo sabí quiso acercarse al fuego a tomar calor, sus piernas casi le fallan, y fue acudido al instante por Jean y Connie. Le agradeció a los reclutas por la ayuda, tomó asiento en un tronco húmedo y en segundos Zoe le tapó los hombros con una manta desgarrada para después ofrecerle una taza de té.

Para Ackermann era claro que estaban en un momento de paz, de no ser así ni siquiera tendrían a disposición los utensilios necesarios para saciar el hambre; como la tetera de metal o la bolsa de pan guardada a un costado de la carreta.

Se sintió diferente a las primeras veces que se despertó, ya que ahora no buscaba con desesperación la venganza hacia Zeke, sino la pronta recuperación de su cuerpo.

Y como el silencio que albergaba entre él y sus compañeros fue demasiado notable, hizo la pregunta que cortó con aquello:

-¿Qué pasó hasta ahora?... ¿De qué me tengo que enterar? – interrogó a los camaradas de la 104º y a su comandante.

Algunos agacharon la cabeza, otros intentaron ordenar mentalmente las palabras, pero la primera en hablar fue Hangie.

-Por el momento ya no estamos en guerra. Igualmente seguimos avanzando hacia los cuarteles oficiales de forma sigilosa en caso de que haya algún soldado de Marley dando vueltas cerca – informó la mujer.-

Media HoraWhere stories live. Discover now