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A la mañana siguiente – o al menos eso creo – apenas abrí los ojos, el karma del alcohol me abofeteó sin descaro, ni anestesia

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A la mañana siguiente – o al menos eso creo – apenas abrí los ojos, el karma del alcohol me abofeteó sin descaro, ni anestesia.

¡Ugh! Maldito alcohol y maldita resaca.

Me encanta beber porque me hace olvidar por un momento la basura que tengo como vida, pero sobre todo, porque me hace sentir como si fuese invencible, sin embargo, odio el malestar del día siguiente.

Me siento como si Lucifer me hubiese comido y vomitado al mismo tiempo. Literal cada minúsculo centímetro de mi cuerpo pide plegarias y suplicas para no fallecer en éste preciso instante.

Luché conmigo misma por un largo instante maldiciendo con molestia, y murmurando todas las groserías que sé en todos los idiomas que domino, hasta que finalmente logré voltearme con pereza ocasionando que mi corazón casi se detuviese por el susto del siglo.

Brother, hay una melena castaña recostada sobre mi almohada favorita durmiendo con placidez y no sé de quien demonios se trata.

¡¿WTF?! ¡¿Qué carajos hice anoche?!

Asustada y un tanto desesperada por entender que demonios ocurrió en aquella discoteca, levanté con lentitud el edredón que nos cubría y gracias a los dioses del más allá, ambos aún seguimos con ropa y... Dios bendito... Ese chico sí que tiene un culo muy redondo, ¿acaso será natural?

¡Focus, estúpida!

Okey, okey, concéntrate Brooke, recuerda que hiciste anoche... Recuerda... Recu... Pero es que ¡Dios santo! Ese culo es muy tentativo, tanto que quiero morderlo.

Joder, en serio traté de concentrarme, sin embargo, entre la resaca, el dolor de cabeza, las náuseas y la maravilla de su culo, fue casi imposible poder lograrlo.

Bufé cerrando los ojos por un momento enfocando mi concentración desenfocada por la maravilla de hombre que duerme junto a mí.

Quizás debí ser menos brusca, pero en vez de levantarme a ver cuál era el nombre de dicho fallecido, lo empujé de mi cama con los pies, provocando que su maravilloso culo cayera en plano sobre el suelo.

- ¡¿Qué carajos te sucede?! – exclamó el desconocido quejándose con molestia desde el frío piso en un tono adormilado.

Asomé poco a poco mi cabeza como si fuese un gatito asustado para descubrir con quién estuve compartiendo sueño – ¿Kylo? – pregunté confundida al ver al ceñudo enfadado – ¿Qué haces en mi cama?

Él restriega sus ojos cansado – Lo mismo que tú ¿no? – refunfuñó molesto por haberlo despertado de la forma en que lo hice.

- Lo siento – susurré entre risas relajando mis tensos hombros.

Kylo molesto, me lanzó la almohada que había caído con él – ¿Por qué carajos te ríes? – rebatió al levantarse con dificultad del suelo por el mareo de la resaca.

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⏰ Last updated: Jan 16, 2021 ⏰

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Enigma ©Where stories live. Discover now