Rise up || Mody: una mirada distinta a la historia.

🥀Capítulo veintiseis.🥀

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Luego de una semana, Margot estaba en la universidad. Tomó aire al ver a  Cody en el pasillo, hablando animadamente con aquella chica. Necesitaba  pasar ahí para su clase, tampoco quería llegar tarde.

Solamente si lo ignoraba, era más fácil, y así hizo. Comenzó a caminar mientras sostenía su libro, y no era que estaba leyendo, solamente estaba centrada en algo.

Su cuerpo chocó—Lo siento—dijo esta mirando a un chico el cual rió.—Por dios, lo siento mucho.

El chico rió  mientras tomaba el libro de Margot y negó—No pasa nada. Supongo que cada  tanto en necesario perderse y aislarse en su misma burbuja.

La rubia alzó su ceja—Has sido muy filosófico para hablar por primera vez con alguien.

—¿Te he asustado?

Margot hizo una mueca—Has sonado interesante.

—Mar, ¿Estás bien?—preguntó una voz acercándose.

La rubia se giró  para mirar a Cody, a su lado. Funció su ceño—Si, si estoy bien.  Gracias—asintió. Negando que él la toque. Algo nerviosa, miró al chico—Muchas gracias—le sonrió  para irse.

Cody miró a aquel  chico y suspiró para darse vuelta, rendido. Margot solamente entró a su  clase para volver a abrir su libro, sin embargo, hizo una mueca cuando vió un pedazo de hoja fuera. Pensando que se había roto su libro, fue hasta esa página para encontrar un pedazo de nota.

"Las cartas de amor se empiezan sin saber lo que se va a decir y se terminan sin saber lo que se ha dicho. Jean-Jacques Rousseau"

Rodeó sus ojos, sabía bien de quien era la letra. Sin embargo, pudo ver otra en otra página.

"Hay amores tan bellos que justifican todas las locuras que hacen cometer. Plutarco"

Al caer el libro, hizo que esas pequeñas notas se salieran de estar  escondidas, pudiendo hacer que Margot las notara... tarde. Pero las  leyó, y una parte seguía doliendo como si fuera el mismo día y el dolor en crudo.

Tal vez, si seguía doliendo lo mismo, no era tan tarde y se podía remediar el tiempo.

Tomó aire y solamente salió de la clase, sin decir nada. Hiperventilada, se sentó en un banco y se tocó el pecho.

—¿Estás bien?—preguntó una voz.

Margot levantó su cabeza y asintió—Si, gracias, Zack.

El chico hizo un silencio y suspiró para sentarse al lado de la rubia.—Margot, si tienes que golpear a Cody, hazlo millones de veces, y yo te aseguró que te ayudaré.—la rubia soltó una leve risa— Pero voy a pedirte que no lo tortures—lo miró confundida— Si vas a terminar las cosas, hazlas por definitivo, porque por más que sea un idiota, no me gusta verlo destrozado por ahí.

Cody quedó en el marco de su salón, viendo como Margot reía y asintía hacia Zack. ¿Qué carajos?. Negó para caminar hacia el otro lado.

—No lo quise lastimar, pero no quería que él me siguiera lastimando.

—Y lo entiendo—asintió Zack. Luego tomó aire y le tocó el hombro—¿Has visto a Holly?

Margot asintió— En su práctica.

—Gracias—el chico le hizo una mueca divertida para irse tras su novia.