Rise up || Mody: una mirada distinta a la historia.

🥀Capítulo veinticuatro.🥀

≫────≪•◦ ❈◦•≫────≪

A la mañana siguiente, JB se despertó y bajó.

—¿Y Margot?—preguntó esta.

—En la habitación con Cody—sonrió Glayds.

Zack bajó hasta la mesa y se tocó la cabeza—Nunca mas quiero ir a una fiesta así, son una mierda—se quejó.—Me volví a las doce y media.

—Yo sentí la puerta a las dos de la mañana, ¿A esa hora llegó Cody?—preguntó.

Zack abrió sus ojos.

—Yo no escuché nada—negó FP.

—Lo se cariño, estabas roncando—aseguró Gladys—pero yo no puedo dormir sin saber dónde están los chicos.

La puerta se abrió y todos miraron pasar a Cody medio dormido—Buenos días.—este se desperezó.

Hubo un silencio—¿Acabas de venir?—preguntó FP.

—Si, ¿Zack no les avisó?.

—Pero si a las do—Gladys fue interrumpida por JB:—No importa—negó.

—¿Qué pasó?—preguntó el chico.

JB suspiró—No importa—repitió, y miró a su madre y padre, pidiendo que no hablaran del tema. Esta tomó una tostada para salir de ahí, en busca de Margot.

Tomó su celular y llamó a Holly, pidiéndole para reunirse en la casa de Margot. Y fue así, que ambas llegaron y tocaron la puerta para que Margot les abriera.

—Debiste venir conmigo en la noche—soltó JB entrando.

—Oh no pasa nada—negó esta—estaba cansada y no podía dormir.

—¿Segura que estás bien?—preguntó Holly.

Ambas chicas, habían comenzado a subir tras Margot la cual iba hacia su habitación.

La rubia se sentó y las miró—Estoy cansada, pero bien.

—Dinos que te ocurre—pidió JB.

Margot dejó escapar lágrimas, como si hubiera explotado completamente. Tomó su celular para pasar las fotos de ayer en la noche.

Lo había pensado toda la maldita noche.

—Cody y yo ya no funcionamos—confesó.

Solía pelearse mucho con Cody, y lo cierto era que estaba cansada. No se quitaba de responsabilidad porque sabía que era bastante dramática en ciertas cosas, pero desde hacía varios meses podía ver a Cody más metido con sus compañeros de universidad y con sus amigos.

Pasaba mucho tiempo con una amiga, bueno, no le decía pero ella podía ver las fotos dónde abrazaba a la chica o fotos riendo.

—Mar, él te ama. No te llenes la cabeza de cosas estúpidas.—negó Holly tocando su mejilla.

—Es cierto—aseguró JB. —Solamente está en la etapa estúpida donde se concentra en fiestas como todos los chicos idiotas.

—Ya se que él no siente lo mismo por mi—dijo sonriendo con lágrimas. Era una sonrisa dolida.—Le está comenzando a gustar su amiga.

—No, Mar—negó Holly.—¿Por qué dices eso?

La rubia le mostró una foto a sus amigas—Los amigos no se miran así.—Holly y JB se hiceron las desentendidas, en parte, tenía razón. Cody miraba distinto a la chica y la chica lo miraba distinto.

Margot soltó una risa irónica—Lo sabía.

—Yo creo que Cody te ama—habló JB.— Cada vez que habla de ti, sus ojos siguen iluminándose.

—Las personas pueden hablar de algo y pensar en otra cosa.

—¿Y si hablas con él?—preguntó Holly.

Margot hizo un puchero con sus labios y se tocó las yemas de sus dedos—Él ha estado estudiando con sus amigos desde ayer. Y bueno, después tuvo la estúpida fiesta—negó—Tuve que irme a ese estúpido viaje que hicieron mis hermanos y alejarme de esto un tiempo.—tomó aire. Miró a sus amigas—¿Está mal si termino con él?

—Si no te sientes bien, Mar. Debes hacer lo mejor para ti.

La rubia se llevó sus manos hasta su rostro para soltar un llanto. Holly y JB se miraron para abrazarla, escuchándola llorar.

Lo más duro de pensar, es que lo seguiría viendo por toda la vida. Cody también era tío de Addison, e indirectamente, estaban unidos.

—¿Pueden dejarme?—pidió mirando a sus amigas.

—¿Estás segura?—preguntó JB sin saber muy bien si hacerlo o no.

—Por favor—rogó Margot en lágrimas.

—Nos llamas—pidió Holly.

Margot asintió y cuando sus amigas salieron de la habitación ,se acostó en la cama para seguir llorando. Estaba en una casa de fraternidad, vacía y en silencio. Su llanto ocupaba todo el lugar. Sin embargo, estaba oscureciendo cuando Margot se encontraba en el porche.

—Mar. ¿Qué ocurre?—preguntó Cody acercándose con una sonrisa. La rubia le dió una sonrisa, una última.—¿Estás bien?.

—Te escribí hoy en la tarde para hablar.

—Lo sé, pasa que con los chicos estamos aprovechando lo máximo antes de empezar la universidad. Y bueno, pasé por mi casa antes de venir. Además, supuse que estabas ocupada ya que te fuiste a en la mañana.

—¿No estabas estudiando?—se abrazó a si misma, evitando no llorar.

—Si, también—asintió el chico.—Pero bueno, ¿qué ha pasado?.

Margot hizo un silencio y bajó su mirada hasta sus pies.—Te llamé para terminar nuestra relación.

Cody tardó unos segundos—¿Qué?—preguntó confundido.

Margot se llevó una mano hasta su mejilla donde ya había caído la primera lágrimas. La noche no le permitía mucho a Cody verla, pero la luz del porche la alumbraba.—Si. Yo... ya no me siento bien.

—¿A qué te refieres?—preguntó confundido, pero en parte, subiendo su tono de voz. Su estómago comenzaba a apretarse.

—Necesito sentirme suficiente con alguien y se que es muy difícil, pero lo cierto es que yo... dudo de ti.—tomó aire y negó, viendo como los ojos de Cody se perdían, totalmente desentendido—No me malinterpretes—soltó limpiando unas lágrimas, pero seguían saliendo. Sus manos también temblaban—No es tu culpa, solamente yo no puedo quedarme donde siento que no pertenezco.

—Margot, vamos a hacer dos años de novios. ¿En qué parte de mi vida no pertenencias?—preguntó.

La rubia lo miró—Ibamos, Cody. Ya no más—negó.

—Contéstame, ¿en qué parte de mi vida no pertenecíamos?—su voz estaba incrédula. Se limpió esa lágrima que amenazo con salir, no iba a llorar; pero su voz estaba indignada, incrédulo.

—Se que dices que no, pero yo estoy mirando la situación de afuera. Ya... se que estás dudando o había algo que no funcionaba. De hecho, lo sigo creyendo ahora poque...—hizo un silencio—No lloras porque terminamos, lloras porque estoy arruinándote la costumbre que teníamos de estar juntos.

—No puedes saber eso. No sabes esas cosas de mi. No creas cosas que no tienes forma de saber.

—Espero creer mal, también.—esta se mordió su labio con lágrimas para caminar hasta dentro de la casa y cerró la puerta. Empapada de lágrimas, se sentó en el sofá y se abrazó.

Cody no se fue, solamente tomó una gran bocada de aire y se apoyó en la baranda, mirando hacia la calle, aún en el porche de la fraternidad. Luego de unos dos minutos, bajó los escalones para caminar hasta su casa.