ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ | ɴᴀʀᴜᴛᴏ

entre nosotros | genma

Tras una madrugada fría con aires de soledad e individualismo, amaneció como cualquier otro día, se giró en su cama y pudo sentir el vacío a su lado, hacía ya un tiempo que aquella parte se encontraba bañada en soledad puesto a que ella ya no estaba por allí para calentarla e irradiar de calidez toda la habitación tanto como le fuera posible a nivel sentimental.

Hacía ya un tiempo que Genma no dormía con ella, cosa rara tenía en cuenta su historial.

A veces el plantear la idea resultaba en un desacuerdo de ideas y otras simplemente no les apetecía hacerlo y ya. Pero si el Shiranui tuviera que confesarse cual monje ante la iglesia, probablemente diría que el porque de los hechos se limitaba a explicarse con su accionar.

Sabía que era una mujer exigente en todo aspecto excepto en el amoroso pero aún así la notaba rara e insistía, en su mente, que esto probablemente debía deberse a que el interés que tenía por él se había perdido. Estaba más que seguro que ya no lograba provocarle ni lo más mínimo. Quizás sentimientos leves pero no los que él quería y se esforzaba por causar.  Aceptó jugársela por ella a sabiendas que podría salir mal y ahora estaba pagando las consecuencias por ello.

—¿Qué es lo que pasó?— Se preguntó una y otra vez.

¿Qué sucedió si parecía que había caído en sus encantos más de una vez? ¿Había sido una mentira? Las relaciones podían desgastarse pero no tan rápidamente como había sucedido con la suya, no tan de un día para el otro.

Genma soñaba y anhelaba con que ella quisiera ser suya pero no podía fingir ser alguien que no era solo para que finalmente deseara quedarse a su lado tal y como él deseaba.

—Juro que no quiero nada,— Hizo una pausa.— Pero cuando se me acerca quiero todo.— Confesó ante Asuma.— Ya no quiero lastimarme y chocar dos veces el mismo paredón.

Chocó el segundo mes que estuvieron juntos y acaramelados, justo como si ella fuera consciente del veneno que le estaba dando.

Ella puso la trampa y el Shiranui cayó redondito en ella, como si no se tratara de un shinobi experimentado. Pero la experiencia de ese tipo tampoco logró salvar el corazón del hombre ante el daño que se aproximaba, y tampoco logró que no se volviera adicto a aquel veneno tan delicioso que le otorgaba cada día.

Al final, el único que acabó perdiendo había sido él.

—¿Qué pasó?— Le preguntó Genma.

Pero acabó solo recibiendo respuestas vacías donde una cosa quedaba clara, jamás le había importado su corazón, no importaba que tanto le hablara de amor, no lograría hacerle creer aquello ni siquiera con un Genjustu.

—Dijiste que no ibas a lastimarme y lo volviste a hacer.— Retrucó ella ante las quejas del Shiranui por la falsedad de sus palabras.— Nos queremos.— Dijo de la manera más sincera que pudo.— Pero nos hacemos mal.— Finalizó con una mueca.— Y eso me molesta.

Porque si bien ella tenía sus cosas, el Shiranui no se quedaba atrás.

Mostrándose interesado en privado pero en público ignorándola, pasándole a un lado sin siquiera pronunciar un 'hola'. Dicen que del amor al odio hay un solo paso y eso era exactamente lo que sucedía pero no, ella ya se sabía esa jugada y no dejaría que le mientan en la cara nuevamente.

Como fiel creyente en el karma, se lo dijo.

—El que las hace, las paga.— Murmuró mostrando los dientes (es una expresión, no mostró los diente de verdad(?)

Genma negó oyendo como la mujer le decía que el Karma ya tenía una deuda pendiente con él, si ella solo supiera cuanto lo hizo sufrir, quizás sabría que la deuda estaba completamente saldada.

—No tiene sentido intentarlo otra vez.— Insistió ella.

—No me repitas algo que ya sé.— Replicó él en un tono crudo.

—Incontables las veces que fallé pero yo también te lloré.— Confesó.— Pero aprendí y después te solté.

Allí encontró su respuesta Genma.

Quizás ella si se había enamorado de él, quizás si había querido ser suya como él tanto anhelaba en su privacidad pero no supieron interpretar sus señales y acabaron por abandonar a la fuerza un vínculo que pudo haber funcionado de la mejor manera.

Ambos creyendo que al otro no le interesaba en lo más mínimo sus sentimientos cuando en realidad lo único que querían era protegerse a si mismos de unos sentimientos que lograran tomar más fuerza que su carcasa contra daños, arruinando así el bello vínculo que podrían haber generado si no se hubieran fijado nada más que en eso.

—Jamás te importó.— Insistió Genma reacio a aceptar que había sido culpa de ambos el desgaste que se generó rápidamente

{En realidad no iba a subir nada más acá pero ya fue, lo único es que capaz suba drabbles también y todo sea meramente cuando tenga inspiración y con los personajes y escenarios que mi cabeza quiera. Gracias por leer y por los 40k, espero que les guste, tengo esta canción en la cabeza desde hace tres días y bueno, creo que iba bien con Genma.]