Capítulo 3: 🍂Los 8 Pilares Parte 1🍂

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Han pasado un par de semanas desde que pude recuperarme de la fiebre, también un par de meses del susto que me dio Angella cuando cayó enferma, aunque después de recuperarse se sintió culpable por los inconvenientes y el susto que me causo, la rea...

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Han pasado un par de semanas desde que pude recuperarme de la fiebre, también un par de meses del susto que me dio Angella cuando cayó enferma, aunque después de recuperarse se sintió culpable por los inconvenientes y el susto que me causo, la realidad es que la única culpable aquí era yo. A decir verdad, debí prestarle más atención a ella, antes que, a las estrellas, aunque podía justificarme de que fue un simple descuido, pero la realidad de que no fuera un descuido es que Angella apenas tiene 5 años.

—¡Muy bien! es hora de irnos. —Acomode un pequeño brazalete en su muñeca derecha, esta contenía piedras iluminantes, si bien eran útiles para los senderos oscuros, también se podría utilizar para defensa. La intensidad de la luz de una sola explosión de destellos, dejaba totalmente ciegos a cualquiera que las viere, el efecto solo tarda unos 10 minutos. —Recuerda, cuando sea necesario que lo utilices, simplemente levanta el brazo y cierra tus ojos ¡Entendido!

Ella asintió con seriedad, mientras contemplaba aquel brazalete, este era la primera vez que le doy algo con que defenderse, aun si el cristal, era completamente inofensivo para mí, pero muy peligroso para una niña, pero siendo sincera, era lo más inofensivo que se me ocurrió darle.

—¿Realmente iremos tan lejos? —Ella observo la cantidad de equipaje que lleva, en cierta manera no era un lugar muy lejano si sabes cómo utilizar los laberintos del bosque, sin embargo, necesitaba una cierta cantidad de pócimas y herramientas para poder llegar, sobre todo si hablamos de enfrentarse al bosque mágico y esta vez, la tenía a ella, tenía que ser lo más precavida posible para mantenerla a mi lado en todo momento, no quiero volver a repetir aquel susto de tenerla enferma al bordo de la muerte.

—Si tomamos el sendero común, tardaríamos dos meses en llegar, así que iremos por los laberintos del bosque, así solo tardaremos unos 4 días en llegar.

—¿¡Laberinto!?, ¡No se supone que habías dicho que no nos acercáramos nunca a ese lugar! —Ella tomo al pequeño zorro en sus brazos, como si realmente fuera el zorro quien estuviera alarmado y no ella. —Dijiste que si me acerco a ese lugar, me perdería por muchos años.

¡Vaya! Así que, si escucha mis advertencias y yo que pensaba que solo las ignoraba, oh no le interesaban.

—¡Así es! nunca debes acercarte a ellas tu sola. —La tome de la mano, mientras comenzábamos a caminar, dejando atrás nuestra casa, aunque solo será por unos días. —Solo muy pocos sabemos cómo movernos entre esos senderos, aun así, hasta yo podría perderme.

—¡¿Entonces porque vamos?! ¡Acaso... vas a abandonarme! ¡¿Estas molesta porque se me cayeron algunos frascos de pócimas cuando limpiaba?! —¡Cielos! esta niña, a pesar de que llevamos ya unos 4 meses juntas, aún tiene la idea de que en cualquier momento podría echarla solo por pequeñeces que incluso hasta a mí me ha llegado a pasar, aunque bueno, cuando eso paso, me alarme bastante de que alguna de las pócimas pudiere hacerle daño.

Celest Procet (Relatos de una mágica viajera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora