Capítulo 1: 🍂Solitaria Viajera🍂

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No es fácil decidir abandonar una vida sedentaria y convertirse en un nómada, o lo que muchos llaman "una viajera"

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No es fácil decidir abandonar una vida sedentaria y convertirse en un nómada, o lo que muchos llaman "una viajera". El salto a una nueva realidad es impresionante sin importar desde donde se vea.

Lo aprendí desde hace muchos años, durante mis primeros viajes. No es que extrañe el modo en que vivía, agradezco la infinidad de conocimientos que he adquirido desde entonces. Incluso las personas que he conocido, algunas más entrañables que otras pero sin duda, es agradable tener rostros familiares sin importar a donde vaya.

Al menos, eso es lo que suelo tener en mente cada vez que me adentro en lo profundo de una cueva o un bosque.

¡No! En lo absoluto, no me aterroriza caminar por una zona como esta. Ya estoy acostumbrada, pero la soledad que se percibe en estos espacios naturales hace que en momentos extrañe el ruido de la civilización. No tengo problemas si de casualidad «me pierdo» durante un par de minutos al estar aquí, es bastante agradable tener la oportunidad de estar en contacto con la naturaleza y confío en mis conocimientos en la hechicería para defenderme si se presenta la ocasión.

A continuación, mi ritual para entrar en un bosque ¡Presta suma atención! Pues es importante que sepas cómo debes actuar: Primero, coloca un par de runas en la entrada, quizás en una piedra o la corteza de un árbol. Kaun para mantener iluminado tu camino, Eihwaz para mantenerte bajo protección y Algiz para pedir cobijo al guardián del bosque; puedes usar algunas otras pero esas son las fundamentales; ahora, es necesario observar con detenimiento la maleza, si esta se mueve y el viento no sopla significa que hay pequeñas criaturas jugando por allí ¡Será mejor no intentar ir por ahí! En cambio si la vegetación aparenta estar quieta y se ve oscura, será mejor retroceder y esperar, muchos sabios del bosque me han enseñado que hay criaturas atroces que es mejor no encontrarse al estar sola. La mejor es la hierba clara que obedece dócilmente al viento, a lo mejor encontraré algún pequeño duende o un hada que esté limpiando; para evitar ser atraído por un hada es importante llevar un amuleto contigo, no será infalible pero siempre será preferible tener algo que dar para evitar que puedan preferir robar mis cosas.

—... Con permiso... —No quiero molestar a los espíritus ni las criaturas que viven en este lugar, es muy importante que me otorguen su aprobación antes de ingresar.

Doy un profundo respiro y al exhalar ya no queda nada detrás de mí, excepto metros y metros de bosque que no puedo recordar haber recorrido y que, sin embargo, ya me resultan conocidos. Esa es la magia de este sitio, un laberinto para todos aquellos que no conozcan las enseñanzas de los druidas.

Este bosque es amplio, lo suficiente para que una persona se pierda por varios días, no obstante también es un atajo para llegar al pueblo que quiero visitar. Es preferible esto a que caminar durante varios días hasta llegar allá.

—... Bien, el camino es por aquí. —Hablo conmigo misma en mis pensamientos, esto me ayuda a mantener el control. Palmeo la corteza de un árbol para marcar nuevamente la runa de Kaun y así me otorgo la confianza necesaria para continuar con mi camino.

Celest Procet (Relatos de una mágica viajera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora