Alfas [BTS x HoSeok]

9. Accidente

HoSeok se tenso al oír aquella voz.

Y lo siguiente que hizo fue corriendo a los brazos de JungKook, siendo él, el dueño de la orden.

NamJoon, YoonGi y la señora Jung estaban sorprendidos. No lo esperaban de él, claro que no, JungKook era el que más tenía cuidado a la hora de interactuar con el pequeño HoSeok.

Pero no había tiempo para analizar la situación en la que estaban. La gente comenzaba a juntarse y seguramente no tardaba en llegar a los oídos de la prensa. Todos subieron a la camioneta y un incómodo silencio se formó, solo rompiéndose por los sollozos desgarradores de HoSeok.

Al llegar, todos miraron atentos al omega, sus ojos humedecidos y su pequeña nariz de un rojo fuerte, hecho un llanto. HoSeok corrió lejos, encerrándose en el baño y sus sollozos por fin dejaron de escucharse.

El primero en preguntar fue JiMin, que se levantó con preocupación, siguiéndole TaeHyung y Jin con algo de curiosidad por lo que sucedía.

— ¿Que...sucedió? — preguntó, mirando a los tres, fijando su vista en un nervioso JungKook, que jugaba con sus manos y sus ojos estaban llorosos.

La había cagado, lo sabía muy bien. Hablar con esa voz después de que HoSeok se alterará no estaba bien ni fue una buena idea, pero tenía miedo, no sabía que hacer, no quería que corriera, se perdiera o le pasara algo, entonces aquella desesperación le provocó que hablara con esa voz.

— JungKook le habló a HoSeok con esa voz, se alteró, lo descubrieron y...soy una pésima madre, no sé que hice mal — la mayor paso sus manos por su rostro, hechandose al sillón familiar.

JiMin y TaeHyung se dedicaron a golpear y reprochar al menor, pero cuando este rompió en llanto, se sintieron culpables y lo consolaron. Estaba mal lo que había hecho, pero sólo era un joven desesperado y con una gran responsabilidad en sus manos. Sabían que el estrés lo estaba matando, lo mismo sufrían todos.

— ¿Cuántas personas lo vieron? — fue lo primero que preguntó Jin, importándole muy poco si el omega estaba bien.

— Acaba de suceder, no c-creo que se difunda muy rápido...¿Verdad? — preguntó JungKook aún con los ojos llenos de lágrimas, sorbiendo sus mocos de una manera exagerada.

Nadie le respondió. La gente era muy chismosa y los rumores se extendían rápido, así que esperaban que ese no fuera el caso, debido a que muchas cosas podían peligrar como el trabajo, la estabilidad mental del omega y la tensión aumentaría aún mas. 

Las cosas no parecían mejorar pronto. 

Y todo se pondría peor.

De mañana, un ligero estruendo despertó al menor de los alfas, que salio del cuarto algo alterado, mirando hacia las habitaciones de sus hyungs, sin saber que hacer realmente, pues creía que intentaban entrar a la casa para robar o algo parecido. Repentinamente recordó una de sus clases donde le explicaban que hacer en ese tipo de situaciones.

— Solo lo indispensable, solo lo indispensable — se repitió, entrando al cuarto del omega, que dormía plácidamente después de tanto llanto.

Lo cargo encima de su hombro y regreso por sus amigos, que de una forma imposible, cargo a los tres hasta la puerta trasera, pero al pararse frente a ella, escucho varias voces y el sonido del flash de las cámaras. Dejó caer a los chicos y abrió ligeramente la cortina, topándose con una gran multitud y supo que el estruendo lo provocaron ellos al tocar la puerta y golpear las ventanas.

— ¿Qué sucede? — preguntó TaeHyung frotando sus puños contra sus ojos, tratando de despejar el sueño —. Es muy temprano...

JungKook no tenia tiempo de discutir porque ya había roto en llanto y estaba apunto de tener un ataque de pánico. Afortunadamente las cámaras no habían captado su rostro ni el de los demás, pero eso no quitaba que estuvieran fuera de la casa intentando entrar.

Comenzaba a preguntarse porque la vida lo trataba de esa forma.