Capítulo| 19

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   Charlotte

Mi padre aún no viene a casa, mamá cada vez esta mas rara y distante, como la antigua Mónica, pero bueno era muy lindo para ser cierto.

Matthew me escribió invitándome a salir a lo cual acepte, la verdad yo sólo lo veo como un amigo. Mackensy salió con Louis, decidió que quería darle una oportunidad y así lo hizo. Alice aún no se atreve a decirle que sí a Nick, y ha estado muy ocupada en las reuniones con sus padres. Solo nos quedan algunos días de clase y son de exámenes finales.

Yo he estado investigando todo lo que puedo sobre la mujer misteriosa, pero aún no se nada. Tendré que buscar otros medios.

—¿En qué piensas? —Matt chasquea los dedos en mi cara, ahora estamos en una cafeteria.

—Nada importante —sonrio—. ¿Qué tal la universidad?

Puff —rueda los ojos—. Los exámenes están un poco difíciles y sólo espero pasarlos todos.

—Lo harás mientras estudies —le recuerdo.

—Lo sé, bonita —guiña un ojo—. Pero no quiero hablar de eso ahora.

—Entonces, ¿De qué quieres hablar? —está por responder cuando su mirada se centra a un punto en mis espaldas, por instinto volteo y veo a Jacob entrar a la cafeteria—. ¿Qué pasa Matt?

—Nada, bonita —se centra otra vez en mí—. ¿Cuánto te queda a ti para terminar el instituto?

—Solo algunos días, también estamos en exámenes finales —asiente.

—¿Y ya sabes a donde iras?

—Sí —digo y el enarca una ceja—. Me aceptaron en Boston —se sorprende un poco por mis palabras pero luego sonríe.

—Eso es excelente —se levanta y me abraza a lo cual yo respondo—. Aunque estarás lejos de mí, pero me alegro por ti.

—Gracias —sonrio y el se vuelve a su sitio.

—Hola —oigo a mis espaldas y nos giramos para ver al perteneciente de la voz.

—Hola Jake —saludo con un beso en la mejilla—. ¿Qué haces aqui? —Demonios. ¿cómo le hace para cada día lucir más guapo?

  Espera ¿Qué?

—Hey —saluda Matt chocando sus manos—. ¿Qué tal todo?

—Bien, gracias —dice y se gira hacia mi—. Quería hablar contigo pero será luego —frunzo el ceño.

—¿Conmigo?

—Sí, pero tranquila no es importante, sólo algo del instituto —habla mirando a Matt.

—Esta Bien —me giro hacia Matt quien no deja de mirar a Jake—. ¿Nos vamos? —pregunto algo incómoda

—Claro —dice y me toma de la mano, se la quito con el mayor disimulo posible y me despido de Jacob.

Ya afuera Matt se monta en su auto y yo hago lo mismo, ya que fué él quien me trajo.

—¿Qué sucede? —pregunto al notarlo tan callado. Ojalá y deje de pensar en la tontería de que siento algo por Jacob.

Aunque ya no es tan tontería ¿eh?

—Nada sólo... —me mira brevemente y luego arranca el coche—. No importa tengo cosas que hacer ¿te dejo en tu casa? —asiento un poco extrañada.

Al llegar a mi casa se detiene me da un rápido beso en la mejilla, bajo del auto y se va. Miro unos segundos en la dirección por donde desaparece y me volteo para entrar a casa cuando Jacob aparece en mi campo de visión.

—¿Podemos hablar? —pregunta y frunzo el ceño, pero asiento—. Pero no aquí —doy una mirada rápida hacia mi casa y comienzo a caminar a su lado, llegamos al parque y nos sentamos.

—¿Qué pasa? —pregunto y el se rasca la nuca, gesto que ahora se que lo hace cada vez que esta nervioso.

—Yo.. —comienza—. Mira, sabes que me importa una mierda que piensen de mí —rio sin poder evitarlo pero asiento—, pero necesito que me ayudes con algo.

—Definitivamente se te está haciendo costumbres eso de perdirme cosas —digo con burla.

—Si no quieres, no lo hagas —se levanta y yo lo imito un tanto sorprendida—. Tampoco es como que no se lo pueda pedir a otra persona —frunzo el ceño y me cruzo de brazos ¿ahora que bicho le pico?

—A ver, a ver —digo antes de que se vaya—. Alguien por lo visto no esta de buen humor. No lo tomes a mal, era una broma —ruedo los ojos.

—Necesito que me ayudes a pasar la clase de arte.

—¿Perdón? —pregunto ahora extrañada. Oí cuando él hablaba con la maestra y ella le mandaba a buscar ayuda para pulir un poco pero no puedo creer que me lo esté pidiendo a mí—. ¿Por qué?

—Mira, sólo necesito pasar esa materia ¿vale? —bufa—. Y quería que fueras tú la que me ayudara, las otras personas son demasiado nerds y además le pregunte a la profesora por ti y me dijo que eras buena —dice y yo enarco una ceja mientras le doy una sonrisa ladeada.

—Así que le preguntaste por mi ¿eh? —digo y el desvia la mirada mientras se rasca la nuca—. Como quieras —me encojo de hombros—. ¿Cuándo comenzamos?

—¿Así? ¿Sin más? —pregunta claramente asombrado—. Creí que tendría que recurrir al chantaje —frunzo el ceño mientras él suelta una carcajada—. Era broma, pero podemos comenzar mañana y serían en mi departamento. Claro, si quieres.

—Serán unos días en tu departamento y otras en mi casa ¿Estamos? —pregunto y el asiente. No es por nada, pero la idea de nosotros solos en su apartamento grita peligro—. Bien mañana a las tres en tu casa.

—Perfecto, ahora me tengo que ir —dice y yo asiento—. ¿Te acompañó?

—No es necesario—niego con la cabeza—. Yo puedo ir sola, tranquilo.

—Como quieras, adiós —me da un beso en la mejilla y se va.

Con que su tutora ¿eh?. ¡Ay Dios! ¿En qué me he metido?

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Maratón 3/4

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