Capitulo| 2

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Ya han pasado dos semanas desde que terminé con Noah, es un poco extraño para mí, ya que pasábamos la mayoría del tiempo juntos, incluso ahora que lo pienso nuestra relación estaba basada en la costumbre y eso es algo que ambos sabíamos, y no me malinterpreten, lo quiero y sé que él a mí -o eso quiero creer-, pero debo seguir adelante y creo que por un tiempo mantenerme alejada de los chicos.

Y a pesar de que le dije que no quería saber nada de él no ha parado de llamar diciendo que quiere una segunda oportunidad, y que quiere explicarme que fué lo que sucedió, pero la verdad ahora no quiero explicaciones. Me quiero más a mí y a mi dignidad, y cuando Kate se encargo de decirme que no era la primera vez que estaban juntos me di cuenta de que ya no quiero estar con él, no es como que le crea mucho a ella tampoco pero lo dejé pasar por ahora.

En estos momentos estoy esperando a Alice que aún no sale de su última clase, quedamos en vernos para ayudarla en algo. La verdad es que no recuerdo bien para qué era, pero cómo buena amiga aquí me encuentro.

—¿Vamos? —pregunta Alice llegando a mi lado

—¿A dónde era? —pregunto intentando colocar mi cara de inocente.

—A Narnia —dice rodando los ojos—, pues a dirección, despistada.

—¿Para que? —frunzo el ceño.

—Ya te lo había dicho Charlotte, pero claro mi amiga se la vive en las nubes. Vamos a la dirección para recibir al chico nuevo. El que viene de los Ángeles.

Lo había olvidado por completo, asiento y caminamos a la dirección.

—¿Has hablado con Noah? —me pregunta luego de un rato. Niego con la cabeza—. Y ¿no quieres al menos una explicación?, digo el chico te ha estado insistiendo mucho y no es que sea mi persona favorita en estos momentos, pero no sé...

—¿Quién te entiende Alice? Primero no lo quieres ver ni en pintura y ahora ¿quieres que lo vea? —la interrumpo y ella hace una mueca—. Lo pensaré, pero en estos momentos no quiero que me lancen en la cara como ya me parecía a bambi con tanto cuerno.

—No son cuernos, son...

—Sí sí, como sea —la interrumpo nuevamente y rueda los ojos.

Llegamos a dirección y tocamos la puerta entrando cuando oímos un “adelante" al otro lado.

—Señorita Hoffman —dice el director saludando a Alice—, y Hudson —me saluda—. El chico estará aquí en minutos.

Asentimos y nos sentamos a esperarlo, mientras yo escucho música y Alice revisa sus redes sociales.

Ya han pasado diez minutos y el dichoso chico no llega aún. Ya me estoy arrepintiendo de acompañar a mi amiga. Estoy por decirle a Alice que ya luego vendremos, pero la puerta se abre y entra un chico muy, muy guapo.

Al menos válido la espera.

—Disculpe la demora señor, mi auto se accidentó unas cuadras atrás.

Alice y yo lo observamos. Realmente es guapo, castaño, unos ojos verde esmeralda, es alto como 1,80 diría yo.

—Adelante O'connor —dice el director haciendo que lo miremos a él—. Ellas son las señoritas Alice Hoffman y Charlotte Hudson, serán su guía y ayuda durante un tiempo mientras se adapta a las instalaciones del instituto. Ya sólo quedan unos dos o tres meses de clase, así que espero que se adapte correctamente. Bienvenido.

—Muchas Gracias.

El chico mira fijamente a Alice haciendo que ella se roborice un poco, y rio por lo bajo haciendo que cambie la dirección de su mirada hacia mí.

No se porque me siento tan pequeña y nerviosa cuando por una fracción de segundo hacemos contactos visual, es extraño, ni con Noah me llegue a sentir así. Para romper ese incomodo momento salgo de la oficina lo más rápido que puedo -un poco infantil, lo sé-, y detrás de mí escucho como ellos se despiden y me siguen.

—¡Charlotte! —me llama Alice, me detengo y volteo—. ¿Que pasó amiga?

—Nada Ally —rio intentando disimular—. Sólo que pensé que ya era hora de mostrarle el instituto a...

—Jacob —interviene el chico—. Mi nombre es Jacob. Y ¿justo ahora me lo tienen que mostrar?

—¿Algún problema con eso, Jacob? ¿Es que acaso no oíste al director? —pregunto algo molesta por su tono de voz.

—Ninguno, y claro que oí al director —me mira—, sólo que como ya no hay nadie en el instituto pensé que me lo mostrarían mañana.

—Pues va a ser que no, mañana no puedo y mi amiga tampoco así que si no te quieres perder y pasar pena mañana, tendrá que ser ahora y cuanto antes mejor —no sé porqué estoy siendo borde con él, pero es como si no pudiera evitarlo.

Aprecio como aprieta su mandíbula y en su expresión se nota que está molesto, pero ese no es mi problema. Fué él quién llegó tarde.

—Bueno chicos, me parece perfecto hacerlo ahorita y así no tener ningún tipo de inconveniente —interviene Alice.

—Como digas, linda —dice guiñandole un ojo mientras yo ruedo los míos.

Así duramos unos 20 minutos mostrandole todas las instalaciones al chico y obtenemos algo de informacion sobre él gracias a que mi amiga no puede estar más de cinco minutos en silencio.

Tiene 18 años cumplidos hace 2 dias, se vino a estudiar su último año aqui porque su hermano consiguió un nuevo trabajo y es mucho mejor que el que tenia en Los Ángeles y así terminaron aqui en Londres. No es que me importe pero siempre es bueno saber algo de tus compañeros. ¿No?

Simplemente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora