Capítulo| 50

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Charlotte

Una semana ha pasado desde la fiesta. He estado saliendo con Jacob más seguido, voy a su apartamento o él va a mi casa, aunque no hemos vuelto a dormir juntos; las chicas están con sus novios y desde hace dos días no nos reunimos, cada quién está empezando a tomar caminos diferentes en sus vidas y no quiero que con las chicas nos separemos hasta el punto de sólo vernos una vez a la semana. Tal vez esté exagerando, pero ellos son mi familia; la que escogí para que lo fuera.

Con mis padres las cosas aún están tensas. No quería darle vueltas al tema de mi madre biológica, pero no es como que pueda huir de eso, además me encuentro sola en mi cuarto y no tengo nada que hacer; cada que pienso en que murió cuando yo nací me da un sentimiento de culpa abrumador; le quité el amor de su vida a papá quedándome así yo sin madre también, no es como que Mónica no haya sido súper cuando yo era pequeña, pero a medida que iba pasando el tiempo el trabajo los estuvo absorbiendo a ambos y las cosas cambiaron.

Aún no sé qué ocurrió con el investigador Carter, su número ya no se encuentra en línea y eso me preocupa, desapareció de repente; la última vez que lo vi todo estaba yendo muy extraño. Aún no me trago el cuento de que mamá y él se conocieron en la universidad.

Rebecca es otro tema inconcluso, ¿Con qué fin fingió ser mi madre? Y en este punto estoy casi cien por ciento segura de que Emmy lo sabe. ¿Pero por qué no me decían de una vez que se traían entre manos?

Me levanto de la cama por el sonido de la llamada entrante en mi móvil; lo agarro de la mesita de noche y sin mirar quien es respondo.

¿Diga?

–¡Pequeña! –la voz de Jaiden me hace sonreír desde la fiesta que no supe más de él.

–¡Jai! ¿Cómo estás? –pregunto.

–Bien, un poco estresado con el trabajo, pero bien –lo oigo suspirar–. ¿Y tú?

–Bien, en estos momentos estaba acostada –digo–. Las chicas salieron con sus novios y Jake tenía cosas que hacer, en fin, me encuentro sola.

–Me alegra oír eso pequeña –frunzo el ceño–. A riesgo de oírme como un idiota, te necesito pa...

–¿Qué ocurre Jaiden? –lo interrumpo y me siento en la orilla de la cama alarmada–. ¿Están bien? ¿Necesitas algo? Sabes que puedes pedirme cualquier cosa y...

–¡Tranquila pequeña! No has cambiado nada ¿eh? –se ríe–. Sólo necesito un pequeño favor.

–Okey, dime, sí, lo que sea –digo rápidamente y el vuelve a reír.

–Lo que sucede es que nos salió un encargo especial en el trabajo, pero la empresa está cerrada y ya los chicos tomaron vacaciones –hago un sonido de afirmación para que continúe–. Bien, pues sabes que a nosotros un dinerito de más no nos caería mal, pero el servicio es de tres personas y Nath y yo no conseguimos a quién pedirle que nos ayude y pues pensé que...

–Sí, acepto. Quiero ayudarlos –digo entendiendo. Yo nunca he tenido la necesidad de trabajar para obtener lo que quiero y sé que ellos sí, así que, si puedo ayudar para que ganen dinero, lo haré.

–¿En serio? –la perplejidad en su voz me hace reír–. No es obligatorio pequeña, si no quieres o no puedes está bien.

–No digas más, si quiero y puedo, los ayudaré.

–Nathaniel va a matarme.

–¿Por qué haría eso? –frunzo el ceño–. No puede matar a mi copia favorita.

Simplemente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora