No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)

Capítulo 8

Hola mis querid@s lectores, eh vuelto. Estuve con unas complicaciones, lo que me mantuvo alejada de la escritura todos estos meses, pero por suerte lo puede solucionar y empezar esté 2021 con toda y con muchas ideas nuevas. Así que de a poco voy a volver a retomar el habito de la escritura y ponerme al día. 

Espero disfruten esté capítulo y l@s invito a pasarse por mi perfil a leer mis otras historias, por si aún no lo han hecho. Los extrañe. Saludos! 

********

Los días van pasando y la chica sigue revoloteando por mi casa, lo que comienza a molestarme ya. Hardy aún no ha podido lograr que vuelva a su país sin armar un revuelvo. Mi paciencia comienza a agostarse, poniendo al limite mis ganas de dispararle a la chica y fin del problema. 

Aunque pensándolo un poco no necesito agregarle otro trauma a Jude, al menos no después de que Aiden creyera que era buena idea ver Bambi y después para hacerlo sentir mejor el rey león. De igual modo, estoy convencido de que lo hizo a propósito, ya que es un engendro del diablo. 

Quisiera poder deshacerme de mis dos hermanos y de la chica. Eso simplificaría mi vida bastante. También me tienta la idea de quitarme de encima también a Hayes, pero lo necesito. No hay nadie más leal que él. Y eso es algo que no es fácil de conseguir. Lealtad. 

******

Es de mañana, cuando estoy en el "asilo". 

Con Alessio estamos terminando de arreglar los últimos detalles para uno de los embarcos.

- Ahí estás. - oigo la voz de Hardy a unos metros míos. Yo sigo con la vista baja, en los papeles, corroborando que todo esté bien. - Te he estado buscando desde hace días. Comienzo a creer que me evitas. 

- ¿Has encontrado la solución al inconveniente que está suelto en mi casa? - digo, corrigiendo algo que está mal en los papeles. 

- Estoy en eso, no es tan sencillo Kian. - dice Hardy. 

Veo a mi lado, a Alessio, que está observándome. Le extiendo la carpeta. - Asegúrate que corrijan lo que marque. - le ordeno. 

- Si Kian. - dice Alessio y se aleja. 

Levanto la vista a Hardy. - Me dijiste que te diera unos días para solucionarlo, ya han pasado, te he dado incluso de sobra. - digo serio. - La quiero fuera de mi casa. - agrego firme. 

- Escucha. - dice. - Estamos a unos meses de las elecciones, es por eso que nadie quiere meterse en nada comprometedor. Al menos no hasta que pase todo esté caos. Los partidos opositores buscan cualquier hilo del cual tirar para quitarles votos. Solo hay que tener paciencia, hasta que haya un ganador al que podemos manipular. 

- Me importa un comino la política. - digo molesto. 

- Todo se rige por la política Kian. - dice. - Así funciona el mundo. Y si no me crees a mi, pregúntale a Olivia. 

- Ese no es el punto de la cuestión. 

- Confía en mi, solo dame un poco más de tiempo. - dice. - Ahora es el evento del alcalde, ahí se va a juntar todo el peso pesado. Veré a quien le puedo cobrar el favor. 

Quedo mirándolo en silencio. 

- Bueno. - digo. - No volveré a darte un plazo. A la próxima, solucionaré el problema a mi modo. 

- Y de ser así, prometo que te ayudaré.

- Así será... o estarás despedido. - digo. 

Ambos quedamos mirándonos en silencio, él asiente levemente.