Capítulo 18

33.6K 1.7K 182
                                    

Kian

Es de madrugada cuando vuelvo al asilo, luego de encargarme de esos sujetos que tuvieron la osadía que llevarse a mi hermano. 

Al entrar a la sala común veo que está Marlon. 

- Necesito que hagas algo por mi. - le digo. 

- ¿Qué cosa? - me pregunta. 

- Mañana mandaré a la chica al gimnasio, quiero que les des un entrenamiento de autodefensa básico.

- ¿¡Qué!? - exclama. - ¿¡Por qué tengo que ser yo!? ¿Por ser mujer? Crees que seré más blanda por eso. 

- Todo lo contario. - digo. - Se que no le tendrás piedad, a diferencia de Alessio que la chica le hará ojitos y el la invitara a tomar algo. Sin mencionar lo obvio, que eres la mejor en combates de cuerpo a cuerpo... en todo, en realidad.   

- No quieras alagarme para que lo haga. - dice. - Sabes que no tengo opción y que lo haré. 

- Solo es enseñarle un par de cosas. 

Suspira. - Bien.- dice con desgano. - ¿A que hora?

- Por la mañana la mandaré. - digo. - Así que cuando veas a un rubia con cara de perrito extraviado sabrás que es ella. 

- Tú si que me odias Kian. - dice. - No merezco esté castigo. 

- Ja, algo habrás hecho. - dice Alessio burlón entrando. 

- Ya que te divierte tanto, tú serás el muñeco de practica. - digo. 

- ¿¡Qué!? - se queja él. Marlon lanza una carcajada. 

- Dejen de comportarse como unos niños, ya tengo bastante de eso. - digo con fastidio. - Harán lo que les diga sin quejarse, porque no estoy de humor últimamente y busco cualquier excusa para dispararle a alguien. 

- ¿Cuándo has estado de humor? - dice Hayes entrando. 

- ¿Hiciste lo que te pedí? - le pregunto. 

- Eh, pues... - comienza a decir. 

- No, porque le dije que yo lo haría. - dice Hardy entrando y sentándose en una silla. - Eric termino con la investigación de los rusos y me contacté con el contactó que dejaron en el mensaje. Tienes una reunión con uno de ellos el viernes, en el hotel Four Seasons. 

- Vaya, lujoso y llamativo. - digo. 

- ¿Cuál es tú idea de reunión? - dice Hardy. - ¿En un bar de mala muerte a las cuatro de la mañana? 

- Pues si. - digo. 

- De está forma de corren riesgos ningún de los dos. - dice Hardy. - Ya que es un hotel conocido, concurrido y con mucha seguridad. Nada raro sucederá. 

- Recuérdame, ¿Por qué es que tú estas tomando la directiva en cuanto a este encuentro? - le pregunto.

- Porque te recomendé que no lo hicieras, pero ya que te valió tres chingos, pues al menos me aseguraré que todo sea legal, porque por algo me pagas. 

- No menciono... - dice Alessio por lo bajo.

- Aguarda, ya lo hará... - dice Hayes también por lo bajo. 

- Además... - sigue diciendo Hardy. - Que cuando hicieron el acuerdo con los italianos, no me llevaste el apunte y enos aquí.

- Te lo dije. - dice Hayes a Alessio. 

- Esta bien, esta bien... - digo. 

Honestamente a está hora y después del día que tuve con tengo ganas de pelear con nadie. 

No Puedes Comprar Mi Amor (Mafia Marshall I)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant