♡ Adiós ♡

247 27 72
                                    

Me encontraba sentado en el balcón, viendo a las lindas aves pasar cantando mientras volaban, era simplemente hipnotizante como eran tan libres e iban de un lado para el otro felices.

Como envidiaba aquellas aves, envidiaba como podían volar y yo no, envidiaba el simple hecho de poder ser libre e independiente. Me hundí tanto en mi propio mar de deseos y pensamientos que no me di cuenta el momento donde Panamá tomó mi silla de ruedas para ir a comer.

Disculpa si te asusté, pero, ya es hora de comer y Ecuador preparó la cena. Pronunció nerviosa mientras comenzaba a llevar mi silla de ruedas, lentamente nos acercamos a la mesa del comedor y ahí estaba aquel plato de comida.

Panamá pensaba que yo no lo notaba, pero si lo hacía, ella siempre me miraba con tristeza, y pareciera que quisiera decir algo; pero la entiendo, es difícil ver como un país, que era rico y hermoso, lentamente fue cayendo a la perdición, como una rosa marchita.

No me podía concentrar en nada, el doctor cada vez me decía que estaba peor y que mi situación no mejoraría en un tiempo, gracias a ello perdí mis piernas; las grietas eran demasiado profundas, la sangre y el petróleo danzaban juntos mientras salían de mis grietas.

Mi ojo izquierdo también lo perdí, poco a poco se comenzó a nublar cuando una grieta bajaba desde mi frente hasta mis pómulos; pasó de celeste a un gris claro.

A pesar de todo, mis hermanos siempre estaban allí para ayudarme, alentarme, y apoyarme; y allí estaban, comiendo enfrente de mí, acompañándome. No pude evitar soltar una débil sonrisa, y cuando me vieron me sonrieron de vuelta.

Aunque, poco a poco mis ojos se oscurecieron hasta quedar completamente negros, la sonrisa rápidamente se borró de mi cara y pasé mis manos por los ojos, ahora no podía ver nada.

Supuse que era un apagón hasta que tuve que voltear mi rostro para poder vomitar, mi garganta ardía y de mis ojos salía exactamente el mismo líquido que salía por la comisura de mis labios, Petróleo.

Mis hermanos corrieron hacia mí, sin saber qué hacer, sin saber cómo actuar o que decir; mi respiración faltaba cada vez más hasta que me desmayé en brazos de Ecuador.






♡♡♡♡♡






Desde ese día nada volvió a ser lo mismo; si bien los derrames petroleros me afectaban, esto se había salido de control, los apagones eran más continuos y ahora vomitaba mucho más que antes.

Mis hermanos se tuvieron que mudar conmigo, ya que no me podían dejar solo; eso me condujo lentamente a la depresión, me sentía como un estorbo para ellos, era estúpido que me cuidaran en este estado, soy solo una molestia y una carga para ellos.

Lentamente me fui apagando, y, sinceramente, lo peor... fue ese día...





♡♡♡♡♡

• [ One shots ~ Countryhumans ] •Where stories live. Discover now