—¿Qué? Creo que escuché mal. ¿Me estás diciendo que no quieres denunciar a la persona que te dejó como algo que no eres frente a todo el mundo? Y que, ahora mismo, está recibiendo ayuda de gente de buena intención que no sabe la verdad y...

—Sí.

—Bueno, explícame, Nick. ¿Por qué?

—Porque... —Miré a Chase, me dijo con los ojos que siguiera hablando, fruncí un poco el labio y me senté derecho. —Imagino que ya sabes lo que pasó con su mamá y que además de eso, su papá no quiere recibir ayuda profesional.

—Sí, estoy enterado. Sigue.

—Bueno, pues sigo pensando que ellos necesitan...

—¡¡Listo!! —gritó Andrew, entró con una gran sonrisa en la cara y llegó para palmear mi espalda. —No sabía que estaba aquí, pero qué bueno. Les cuento que acabo de hablar con mi amigo, el Juez Arnold y ya está todo arreglado. Vamos a demandar a esa pequeña ratita y ella, su papá y todas sus generaciones van a pagar por haberse metido con Hook Records —dijo tan tranquilo, como si no estuviera a punto de arruinar una vida que apenas empezaba y con ayuda, podía enderezarse.

—No —dije. Me levanté y me puse frente a él.

—¿No? ¿No qué? —preguntó mirándome, me dedicó una risilla, pero yo me mantuve serio.

—Vas a cancelar cualquier tontería que hayas hecho, Andrew. Mucho más si ha sido arreglado con uno de tus amigos corruptos. A mí no me importa el favor que ahora le debas por cancelarlo. Tú tienes los derechos de mis canciones, pero es mi vida y no vas a seguir decidiendo, haciendo y deshaciendo como te plazca sin preguntarme. Lo voy a solucionar yo, de forma legal. No metas tu cochino dinero en esto.

—A mí no me hables así, mocoso —contestó, enfrentándose más, se acercó y casi pegó su frente a la mía.

—Andrew —Rob intentó hablar, pero él alzó una mano para detenerlo.

—Ya hablé, Andrew. Cancela todo lo que estés planeando, yo lo voy a solucionar. Hoy mismo estará todo arreglado —dije, con toda la seguridad del mundo.

Él sonrió, se alejó un poco y suspiró. Palmeó mi hombro, como si nada hubiese pasado y asintió.

—Me gusta tu determinación, chico. Quiero esto solucionado para hoy, con tus fans amándote de nuevo, o yo mismo mando a la cárcel a su padre y a la mocosa a un albergue. Ya dije.

Se dio la vuelta, no sin antes palmear mi mejilla, suave, como una despedida. Alejé la cara y él se rio.

—Dios mío, ahora cómo arreglo esto —susurré luego de que él se fue, me senté en la silla y Chase tocó mi hombro. —¡¡Esperen!! —grité y me levanté de nuevo.

Me quedé mirando la ventana, desde ahí podía ver el auto. Corrí y pegué la cara al cristal.

—¿Qué te pasa, Nick? —preguntó Rob preocupado, quiso acercarse, pero yo fui más rápido y corrí hacia afuera para hablarle a Kevin.

—¡¡El auto tiene dos cámaras, Kevin!!

Kevin se quedó mirándome por unos segundos y luego, al darse cuenta, soltó un par de groserías y corrimos hacia el elevador juntos. Chase y Rob nos dieron el alcance justo a tiempo.

Caminé en círculos por el elevador, esperando que bajara los cuatro pisos restantes. Cuando por fin llegamos, salí corriendo hacia el estacionamiento y me quedé pegado al cristal, esperando que Kevin llegara para desbloquear la puerta.

Cuando lo hizo, la abrí y casi me lancé sobre el asiento para quitar la tarjeta de la cámara.

—¿Dónde está la tarjeta? —pregunté, estaba tocando la cámara, pero no veía ninguna ranura. Kevin jaló de mí y me sacó del auto. Se estaba riendo un poco, pero trató de no hacerlo.

Luces, música y acciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora