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Vmin

-¿Puedes salir? - preguntó el azabache tocando la puerta de su propia recámara para que el híbrido le deje pasar - Jimin, es mi cuarto, mis cosas están ahí - hizo un puchero.

-¡No voy a salir! - chilló el rubio abrazándose a sí mismo, ahora solo vestía una de las muchas sudaderas de Taehyung que le quedaban grande.

-Vamos solo necesito sacar un par de cosas, tengo clases en media hora y ya estoy llegando tarde - Jimin bajo sus orejitas al apenado por su comportamiento, pero no podía evitarlo, no confiaba mucho en ese chico, si bien él lo había rescatado y cuidado hasta que se mejorara, Park pensaba que este le pediría algo a cambio y a eso justamente le tenía miedo.

-Jimin, por favor - suplico.

El híbrido abrió ligeramente la puerta y transmutó para luego esconderse bajo la cama.

-Gracias pequeño...- dijo apenas entró a la recámara, sacó su mochila donde guardó un par de libretas junto a sus libros - Jimin, hoy tengo clases hasta tarde - aviso por si quizás le importara al pequeño, este solo siseó y escondió su cabecita la cual había sacado para ver un momento al azabache.

-...no me importa si no regresas - murmuro para sí mismo creyendo que él mayor no lo escucharía, Kim soltó un suspiro al oírlo quizás nada podía cambiar al híbrido; Jimin salió de debajo de la cama y se subió sobre esta, Tae al verlo se acercó un poco.

-Te quiero - dijo acariciando su cabecita pero luego recibiendo un rasguño en su mano -...ya me lo esperaba - cubrió su mano ya que esta le comenzó a arder.

Jimin transmutó sobre la cama viendo la herida que le había hecho, un poco nervioso de que Taehyung reaccionara mal comenzó a jugar con sus manos.

-Adiós Jimin - se despidió saliendo de la recámara.

-...adios - murmuro cuando el chico se había marchado, a los pocos minutos se hizo bolita en cama abrigándose con las cobijas, desde que había llegado Taehyung lo había tratado lo mejor como le fue posible, el chico trabajaba por las mañanas y estudiaba en las tardes, aunque Jimin no iba a admitirlo pero cuando Tae se iba solía extrañarlo.

El rubio recordaba perfectamente aquel lugar del que escapó y ahora nunca más regresaría, odiaba todos esos días qué pasó encerrado en cuatro paredes o en este caso en una simple y mugrienta jaula, incluso le molestaba recordarlo, ahora le daba demasiada ansiedad estar en lugares tan pequeños, agradecía que la habitación de Tae y su casa en general era espaciosa.

El teléfono de Tae bajo las sábanas comenzó a soñar haciendo que el de ojos claros se sobresaltara, con un poco de inseguridad tomó el celular contestando la llamada.

-¿Tae? - el menor soltó un pequeño maullido que no fue escuchado por la otra persona.

-¿TaeTae estás ahí? - el menor no supo que responder tenía miedo - Tae se que estás ahí, faltan sólo unos minutos para que comiencen las clases, donde estas? - y entonces Jimin colgó la llamada y arrojó el teléfono al otro extremo de la cama, escondió su rostro entre sus descubiertas rodillas dentro de si se preguntaba quien había sido la persona que llamaba a Taehyung; las horas pasaron pero el azabache aún no regresaba a casa, Jimin comenzó a preocuparse con cada hora más que pasaba, salió a pasos pequeños de la alcoba sintiendo su estómago rugir de hambre y como no, no había comido nada en toda la tarde, ya en la sala se sentó cerca de la puerta esperando a que el mayor llegara.

Park perdió por completo las esperanzas cuando el reloj marcó las doce de la noche, su cola se movió de lado a otro al ver una latita de atún sobre la mesa junto a una nota.

❝𝐏𝐞𝐪𝐮𝐞ñ𝐨 𝐇í𝐛𝐫𝐢𝐝𝐨❞𝐘𝐨𝐨𝐧𝐊𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora