Entre Tiempos

Once

-En ese caso voy a cambiar de tema dramáticamente.- les advirtió Dana.-Pero en verdad espero que tu vida se convierta en Grey's Anatomy, quiero todos esos chismes...- sonrió.

La idea pareció subirle el ánimo a Ben, porque soltó una pequeña risa y luego tomó sus cubiertos para comenzar a comer. Los dos siguieron su ejemplo y pronto estaban almorzando y hablando de todo lo que pasaba en Grey's Anatomy, Derek no veía el show, pero Dana y Ben le explicaron con mucha paciencias las mil tramas que conocían hasta el momento, y eso que ninguno de los dos habían llegado a la temporada seis.

Ben siempre había sido calmado y sensible, por lo que Derek había esperado que la vida de doctor le afectara en algún momento; pero se consolaba en el hecho de que ser sensible no significaba que fuera débil, es más, estaba bastante seguro de que Ben era uno de los hombres más fuertes que conocía. Ya encontraría su camino, era cosa de tiempo.

-¿Y ustedes?- les preguntó Ben, repartiendo su atención entre los dos.

-Tenemos una cantidad ridícula de trabajo para metodología, pero me estoy haciendo amiga del ayudante.- le contó Dana.-Hemos hablado unas cuantas veces, pero ahí está... haciendo sus cosas o lo que sea.- dijo.-Y el otro día me encontré con una amiga de la escuela en el supermercado, tiene dos hijos.- les contó, abriendo la boca sorprendida.

-Wow.- dijo Derek.

-Lo sé.- asintió ella.-Bien por ella, pero yo estoy tan feliz de que la píldora exista.- bufó.

-¿Son pequeños?- quiso saber Ben.

-Sí, un año, gemelos.- y otra vez se veía anonadada.-Vaya suerte.-

-Esperemos que no te haya pegado la bendición.- bromeó Derek, ganándose una mirada asesina de parte de su amiga.

-Ni loca.-

-Serías una de esas mamás divertidas.- le dijo Ben, muy seguro.

-Yo tengo una mamá divertida.- dijo Derek alzando una mano.-Es genial, deberías convertirte en una.-

-Son graciosísimos.- rodó los ojos.

Derek simplemente sonrió y bebió de su agua embotellada. Se sentía bien, tranquilo, y estaba tratando de saborear el momento. Ese año estaba yendo mejor de lo que había anticipado, y si bien una pequeña parte de él se estaba preparando para el desastre, una mucho más grande le repetía que todo estaba saliendo bien dentro de lo posible. Alice ya estaba lejos, sus amigos seguían siendo geniales, Marco lo quería a su manera y él mismo estaba calmándose en cuanto a la intensidad que le ponía a sus relaciones. La semana que seguía volvería a su terapia y probablemente eso también ayudaría, junto con el beisbol... Se sentía bien.

-¿Qué tal Marco?- le preguntó Ben.

-Estamos bien.- dijo en un suspiro.-Creo que algo lo preocupa... dijo que me contaría, pero me distraje y lo dejé pasar.- suspiró.-Pero fuera de eso todo está extrañamente bien, sí, bien.- se dijo a sí mismo, como lo había estado haciendo de forma casi inconsciente las últimas semanas.

-Aléjate del drama.- dijo Dana alzando ambas cejas.-Sólo... disfrútalo ¿quieres?- le pidió.

-Oh, lo estoy disfrutando.- asintió con lentitud.

-Supongo que estás teniendo una experiencia muy interesante.- comentó Ben, alzando ligeramente una ceja.

Derek rió despreocupado, aunque pronto vio que el interés en la expresión de Dana haría que su conversación se desviaría inevitablemente hacia el sexo, porque si había algo que a su amiga le gustaba discutir era sexo. Lo que extrañamente ahora ya no lo irritaba tanto como antes, de hecho, lo había pensando un poco y llegó a la conclusión de que antes lo estresaba porque él no era muy activo. Su ex novia estudiaba al otro lado del país y se veían sólo durante las vacaciones y unas cuantas visitas a lo largo de los semestres, por lo que para él el sexo no era tema relevante durante casi diez meses al año.